Ortega repitió su verborrea de siempre. Atacó a los obispos. Siguió con sus embustes sobre el golpe… un embuste que repite y repite a pesar de que solamente creen los borregos que le siguen. Nadie más.

El régimen de Ortega, apurado y preocupado por la realización del Consejo Permanente del pasado miércoles 28 de agosto, envió un emisario al Secretario General de la OEA, a fin de transmitirle -y que este lo mencionara en su informe-, que retomarán el llamado de memorándum de entendimiento suscrito en el 2017 para “mejorar” la institucionalidad electoral de Nicaragua.

El presidente Jimmy Morales ha cumplido su promesa de cerrar la Comisión respaldada por la ONU que lucha contra el crimen y la impunidad en Guatemala. Aunque ésta deja un legado vital, con la salida de la CICIG se corre el riesgo de fortalecer las redes criminales que operan con complicidad estatal.

El acceso a información adecuada sobre la salud sexual y reproductiva debe ser una prioridad para prevenir el embarazo adolescente.

Por eso ahora que hay un convencimiento profundo sobre la necesidad de crear una gran coalición nacional opositora para ir a elecciones libres, es imperativo empezar a discutir primero el programa de gobierno del cambio democrático, que puede unir a todos los nicaragüenses.

Sólo la transparencia, la comunicación fluida con el pueblo rebelde, la insistencia en la organización y la unidad en base a programas estratégicos y de unidad en la acción, pueden asegurar que la rebelión de abril, cierre su explosión, con éxito histórico.

Los nicaragüenses en el exilio en Costa Rica encararon a miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco. Paro nacional, demandaron.

Si algo nos enseñan estas décadas de Revolución es que los estudiantes universitarios fueron, son y serán actores clave en la vida política del país. La vocación revolucionaria, por más que se quiera silenciar, emerge estrepitosamente para transformar, una y otra vez.

Ahora estoy absolutamente convencida que a la dirigencia del FSLN jamás le interesó la defensa auténtica de los derechos humanos.

Padecimos una larga guerra provocada por torpes, delirantes y ávidos “revolucionarios”, con su secuela de muertes, destrucción y odio. No existen para la mara leyes, compromisos e instituciones.