El ultimátum es para “todas” las religiosas que están en Nicaragua, quienes se verán obligadas a refugiarse en países donde se encuentran sus congregaciones.
Al régimen le duelen las sanciones y por eso cambia constantemente su narrativa. Tanta es la incomodidad que ha tenido que modificar y crear nuevas leyes para sortearlas.
El exmandatario uruguayo expresó que lo que ocurre en Nicaragua “no tiene gollete (sentido)” y que es “increíble” que la revolución sandinista haya desembocado en Rosario Murillo.
El régimen acusa a los países firmantes de actuar en "insubordinación" frente al derecho internacional y desacatando la jurisprudencia del SICA al cuestionar la capacidad de Nicaragua para designar a sus propios representantes
El ente regulador ordena a los bancos prestar servicios a los sancionados, pero sin violentar lo dispuesto en la ley internacional, todo lo contrario a lo que establece la nueva ley creada para protegerlos
Para la CIDH, la reforma "consolida un régimen autoritario en el país y constituye otro grave retroceso para los derechos humanos y principios democráticos".