Amnistía Internacional recuerda las obligaciones del Estado tras la condena en la ONU por negar el derecho al aborto a dos niñas nicaragüenses que fueron violadas.
Beckham dijo que a lo largo de los años ha notado cómo las niñas se quedaban atrás y que se les negaba un acceso igual al de los niños, por lo que decidió centrarse especialmente en ayudarlas.
La historia de abuso incluye violencia machista contra la madre de la niña presuntamente abusada. La mujer puso fin a la relación de pareja con su agresor. El hombre se fue de la casa, pero volvió para abusar de la niña.
De acuerdo con los datos de Osar, la mayoría de casos son producto de violaciones que en muchas ocasiones son perpetradas por un familiar, profesores de escuela o vecinos.
Según cifras de organizaciones feministas, 22.392 niñas y jóvenes entre 10 y 18 años fueron madres en 2023 en Honduras, lo que equivale a 1.866 casos mensuales y 62 diarios.
Las dos nicaragüenses resultaron embarazadas después de una violencia sexual cuando eran unas niñas. El Estado les negó la interrupción del embarazo poniendo en peligro sus vidas y frustrando sus sueños.
Una reducción que está generando no solo una menor calidad de educación, sino retrocesos donde se venían dando logros importantes como en la cobertura educativa y el cierre de brechas de acceso.
Muchas niñas son víctimas sin saberlo o porque lo tienen arraigado como parte de su vida. Te explicamos cuáles son las formas de violencia, sus consecuencias y cómo identificarlas.
María Fernanda Díaz de León Ballesteros analiza la situación de las niñas en Centroamérica y Nicaragua y advierte de la falta de protección de los derechos humanos por parte de los estados. “Eso tiene una consecuencia dramática que es la violencia sexual y los embarazos forzados”.
Desde escritoras como Gioconda Belli, que empoderan a través de la literatura o jóvenes que motivan a perseguir sueños como Sheynnis Palacios. Estas son cinco mujeres que sirven de inspiración para las niñas.
La violencia sexual acecha a las niñas en su entorno cercano, la mitad de las violaciones ocurren en ese contexto. Lo más grave es que muchas no denuncian por miedo al estigma social
Feministas reprochan que el Estado de Nicaragua no cuente con una política efectiva para prevenir el abuso sexual del que las niñas siguen siendo las principales víctimas.
"Esto sucede sobre todo en comunidades afrodescendientes e indígenas, donde las niñas pierden el control de su cuerpo", evidenció la directora regional para América Latina y el Caribe del Fondo de UNFPA