Enfrentó con claridad moral a Daniel Ortega, llamó “grosera” a su dictadura y alzó la voz en defensa de una Iglesia perseguida, sacerdotes encarcelados y un pueblo bajo represión.
Estados Unidos ha lanzado cuatro mensajes claves al régimen desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. Sanciones, advertencias comerciales, aranceles y acusaciones de amenaza a la seguridad nacional marcan la estrategia.
A través de una nota de prensa firmado por los dictadores Ortega y Murillo, califican al gobierno de Noboa en Ecuador como una "dictadura servil" y "un Estado fracasado".
Ocho de sus amigos fueron acusados por robo, entre ellos Ernesto Paredes, novio de María Alfonsina Martínez, la joven que interpreta canciones orteguistas como Soberanía y Sol de Libertad.
Lamentó, en el 45 aniversario del ejército, que las protestas acabaron con la "paz" que tenía con los empresarios, omitió los crímenes que cometió y recordó a los obispos Báez y Álvarez como "terroristas".
Una encuesta de la firma para Confidencial expone la incertidumbre que existe alrededor del futuro de la dictadura, así como el rechazo a la represión de Ortega.
Walker, en 1855, y Ortega en 1981 y 2024, son los únicos tiranos en Nicaragua que han creado "leyes de los ausentes" para castigar y confiscar a nicaragüenses que han huido de la represión.
Una orden de captura internacional del régimen solo confirmaría la persecución política de la que son víctimas los exiliados, la mayoría refugiados o asilados.
El científico y ambientalista fue asesor de Daniel Ortega durante nueve años hasta el 2018 cuando renunció tras la pésima gestión del régimen al incendio de Indio Maíz.
Los cambios del régimen en el Código Penal no son para beneficiar al pueblo, sino para mantenerse en el poder, extender la represión fuera del país y quedarse con los bienes de quienes considere enemigos