“Estamos todavía en duelo”, dice exrector de la UCA a nueve meses del “inaudito” cierre

El padre Rolando Alvarado, exrector de la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua, asegura que la comunidad jesuita, que incluye a exalumnos y trabajadores, aún vive el duelo por el “inaudito” cierre de la casa de estudios a nueve meses de la confiscación ejecutada por la dictadura de Daniel Ortega.  

“Estamos como comunidad universitaria todavía en duelo”, aseguró en una actividad a puerta cerrada con estudiantes de la UCA de El Salvador.  

Según el exrector, este fue un golpe al pensamiento crítico que promovía la universidad.  

“Lo menos que está funcionando del 2018 para acá es la inteligencia. El cierre de la UCA fue inaudito, cerraron la primera universidad de gestión privada en el siglo XX en Centroamérica”, dijo el último sacerdote que a cargo de la UCA antes de su confiscación.

Al momento del cierre y confiscación de la UCA había al menos 5,000 estudiantes y 435 personas trabajadores.  

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“Creo que la tragedia que está viviendo la comunidad la está padeciendo el estudiante y el personal buscando trabajo, algo que se les dificulta debido al estigma de proceder de la UCA”, señaló el académico sacerdote. 

EL CIERRE DE LA UCA 

La confiscación y cierre de la UCA se dio en agosto del año pasado, luego que el régimen acusara a la universidad de ser un “centro de terrorismo”. 

Según el Ministerio de Gobernación (ahora Ministerio del Interior), ese centro de estudios se encontraba en “incumplimiento de sus obligaciones conforme a la Ley”. 

En el campus confiscado a los jesuitas en Nicaragua el régimen abrió la estatal Universidad Casimiro Sotelo, donde ha reducido el personal docente, ha instalado emblemas del partido Frente Sandinista y ha pedido como requisito un récord de policía a todos sus estudiantes para poderse matricular. 

Decenas de estudiantes de la UCA han salido de Nicaragua para poder continuar con sus estudios y no someterse a lo que consideran adoctrinamiento político del régimen en la Universidad Casimiro Sotelo. Una parte se ha matrulado en la UCA de El Salvador y otros han ido a la universidad jesuita de Guatemala.