agosto 10, 2021
En las costas de San Rafael del Sur, un grupo de niñas y adolescentes ha aprendido que su futuro no tiene que ser convertirse en ama de casa o “juntarse” con un hombre adulto por una “costumbre” impuesta por la pobreza y el machismo. Saben que no es normal la violencia ni el acoso, que el género no les impone límites y ellas mismas se encargan de que las demás chavalas lo aprendan y rompan el ciclo del abuso y la violencia.