Dictadura instala el primer 'Chayopalo' en el Caribe Sur
Según cifras de 2017, cada estructura costaba aproximadamente 20,000 dólares, cifra que en 2024, ajustada a la inflación, superarían los 25,000 dólares. Este gasto no incluye los costos operativos asociados, como electricidad y seguridad.
- San José, Costa Rica
- diciembre 09, 2024
- 09:33 AM
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El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo instalará el primer "árbol de la vida", "chayopalos" o "árbolata" en Bluefields, el primero en el Caribe nicaragüense. El proyecto, impulsado por la alcaldía sandinista y anunciado desde octubre, ha generado críticas debido a la histórica marginación de esta región y a la percepción de despilfarro estatal en un contexto de abandono y precariedad.
La vicealcaldesa Carla Martin Brooks informó en su momento que la estructura estaría ubicada en la intersección de la carretera hacia la terminal de buses.
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Aunque inicialmente se esperaba concluir el proyecto en noviembre, su ejecución final se dio en diciembre. Según cifras de 2017, cada estructura costaba aproximadamente 20,000 dólares, y que en 2024, ajustada a la inflación, superaría los 25,000 dólares. Este gasto no incluye los costos operativos asociados, como electricidad y seguridad.
Un símbolo de control político y centralismo
Desde su aparición en Managua, los “chayopalos” se han asociado al control político y al culto a la figura del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En redes sociales y espacios de opinión pública, ciudadanos han criticado esta y otras inversiones estatales, argumentando que ignoran las urgencias sociales y económicas del país.
En el Caribe, donde predominan la pobreza, el desempleo y el abandono estatal, la instalación de esta estructura metálica es vista como un acto de indiferencia hacia las necesidades reales de la población.
Un legado de abandono
El Caribe nicaragüense ha sido históricamente tratado como una región de extracción económica, caracterizada por la depredación ambiental, invasión de tierras y falta de infraestructura básica.
En los últimos años, estas condiciones se han intensificado bajo el régimen sandinista, que ha reprimido a organizaciones defensoras de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Las consecuencias de este abandono fueron evidentes tras el paso de los huracanes Eta e Iota en 2020, cuando la respuesta estatal fue calificada de insuficiente y tardía por expertos y organismos internacionales.
Centralización y pérdida de autonomía
Políticamente, el régimen ha debilitado la autonomía regional mediante procesos electorales cuestionables y reformas constitucionales que consolidan el control central.
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En enero de 2025 entrará en vigor una nueva reforma que formaliza esta pérdida de autonomía. En este contexto, la instalación del "chayopalo" en Bluefields es percibida como un símbolo de dominio político, ampliando el control del régimen a una región que históricamente ha luchado por su autodeterminación.
Controversia y reclamos sociales
La instalación de esta estructura ha suscitado indignación entre la población local, que enfrenta problemas como el deterioro de los servicios básicos, la falta de acceso a salud y educación, y la inseguridad alimentaria. Este acto refleja, para muchos, la desconexión entre las prioridades del régimen y las necesidades urgentes del país.
Mientras tanto, Bluefields, como otras ciudades del Caribe, continúa demandando inversiones en infraestructura, empleo y desarrollo sostenible, mientras las decisiones políticas del régimen parecen priorizar proyectos simbólicos sobre el bienestar de la ciudadanía.