La OEA propone presión unilateral de los Estados contra el régimen

La resolución sobre Nicaragua de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se aprobará esta semana, plantea un cambio de estrategia frente a la dictadura de Daniel Ortega y propone emprender “acciones individuales o colectivas” a los Estados por el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos.  

El texto que se votará el viernes en la 54 Asamblea General en Asunción, Paraguay, insta a los Estados del hemisferio a “redoblar sus esfuerzos por facilitar, por medio de acciones individuales o colectivas, el cese de la violación a los derechos humanos, poner fin a la persecución ideológica ya sea política o religiosa, la recuperación de las instituciones democráticas y del Estado de derecho en Nicaragua”.  

Estas acciones se deberán emprender a través de un “diálogo constructivo” para el cumplimiento por parte de Nicaragua de sus obligaciones en materia de derechos humanos, incluida la rendición de cuentas por parte de las instituciones del Estado por falta de observancia de los derechos humanos, “siempre dentro del marco del derecho internacional, con respeto al principio de no intervención en asuntos internos”. 

La resolución toma en consideración que, pese a que Nicaragua se ha desligado de la OEA desde el 18 de noviembre de 2023, continúa obligada por las normas de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y demás instrumentos y normas internacionales. 

Además, recuerdan que la crisis democrática y de derechos humanos en Nicaragua “afecta la estabilidad y la seguridad de otros países en la región”. 

En ese sentido, urgen al régimen de Nicaragua para que asegure el cese de toda violación a los derechos humanos y tomar medidas efectivas para la restauración de las instituciones democráticas, especialmente su obligación de observancia del Estado de Derecho y los derechos humanos. 

Una vez más, hacen un llamado por la inmediata e incondicional liberación de los presos políticos.  

La resolución que se votará ha llegado sin objeción de los países miembros. Esto significa que no será sometida a discusión ni a deliberación en la Asamblea General porque hay un consenso generalizado sobre la crisis en Nicaragua. 

La oposición propone acciones diferenciadas por país 

En el marco de la Asamblea General, opositores y organizaciones de la sociedad civil nicaragüenses están sosteniendo reuniones bilaterales con representantes de los países miembros y han cambiado su estrategia de incidencia con lo que plantea la nueva resolución.  

“Esta resolución marca las pautas para el trabajo de incidencia que viene”, explica el excarcelado político Juan Sebastián Chamorro. 

Según el exaspirante presidencial, esta resolución les da la potestad para ir a los distintos países y decir que hay un mandato del hemisferio de tratar de ver qué puede hacer cada uno.  

“Eso ya dependerá de qué puede hacer cada país dentro de sus posibilidades. Hay cosas que se le pueden pedir a México, pero no le podés pedir a Colombia. Lo importante es que el hemisferio está unificado sobre el tema”, dice Chamorro. 

La nicaragüense Haydée Castillo, activista y defensora de os derechos humanos también apela a esa actuación individual de los países y han hecho propuestas diferenciadas. 

“Con algunos hablamos por ejemplo de la urgencia de abrir causas penales en el marco Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional. Estamos solicitando que se pueda llevar al Consejo de Seguridad de la ONU el informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos y que el grupo voluntarios de países haga gestiones para que otro avión entre a Nicaragua para sacar a los más de 140 presos políticos”, adelantó la opositora. 

La 54 Asamblea General de la OEA será el primer cónclave anual sin la presencia formal de Nicaragua, que desde el 19 de noviembre de 2023 oficializó su salida de esta organización. Pese a su ausencia, la OEA no ha cesado de advertir sobre la delicada situación en el país por el sistemático deterioro de los derechos humanos y la democracia.