Hagamos el cambio
En Nicaragua aún estamos a tiempo de evitar que la situación se salga de control. Marquemos la diferencia y quedémonos en casa.
- marzo 26, 2020
- 07:22 AM
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En Nicaragua aún estamos a tiempo de evitar que la situación se salga de control. Marquemos la diferencia y quedémonos en casa.
BERLÍN, Alemania — Un amigo me decía que la crisis del coronavirus (Covid-19) la enfrentamos de manera desigual. No es lo mismo pasar la cuarentena en un país desarrollado, que en un país del tercer mundo como el nuestro, Nicaragua.
Su crudo, pero real comentario me recordó el libro de Andrés Oppenheimer “Crear o Morir”, en el que uno de sus entrevistados decía que los países exitosos, o que alcanzan el desarrollo, lo hacen gracias a la gente, ellos y ellas son el secreto.
Toda la cobertura del coronavirus aquí.
En mis 10 días de cuarentena he leído en las redes sociales de todo. He visto como las pequeñas acciones hacen la diferencia, y cómo el actuar de la gente deja un precedente.
Una amiga en Australia posteaba en Facebook que durante sus días en cuarentena impartiría clases gratuitas de matemáticas, para niños y niñas que cursaran los primeros años de primaria. En una hora su perfil estaba lleno de preguntas sobre el horario y debatían sobre los temas de interés , además de agradecer la actitud de Mary.
En Alemania, desde donde me ha tocado vivir mi cuarentena, se han habilitado líneas directas para que las personas que sufren ansiedad puedan contactarse con psicólogos y recibir asistencia de un profesional, alrededor de todo el país.
El negocio de comida online, también parecen reinvertirse en tiempos de crisis. En menos de 20 minutos la orden esta en casa, con un servicio al cliente de lo más eficiente. El conductor manda un mensaje informando que la comida ha arribado y pregunta si estamos conforme con la orden, en ningún momento hay un contacto directo entre el conductor y el cliente.
El uso apps de pagos para los usuarios del transporte colectivo, es la tendencia, con un par de clips se pueden realizar la compras de boletos usando una tarjeta de crédito.
Algunos supermercados han colocados lavamanos temporales con jabón liquido en la entrada para que los clientes aseen estas partes al entrar y salir del establecimiento.
También conocí a emprendedores en España, que al perder sus trabajos en los restaurantes donde laboraban, decidieron refugiarse en las cocinas de sus casas, y empezar su negocio en línea, contrario a lo que muchos pueden pensar, la demanda es alta.
Es verdad no podemos ser ingenuos necesitamos una estrategia de país, para enfrentar esta crisis.
Pero, ante un gobierno poco beligerante como el de Nicaragua, ¿qué opciones tenemos?, ¿nos limitaremos a publicar post denunciando la incompetencia del sistema?, o ¿nos uniremos y aprenderemos las lecciones de otros países?
Quizás seré una idealista, pero creo que una población informada y consciente hace la diferencia.
Hay pequeños, pero significativos detalles que nos pueden salvar, como quedarnos en casa; y si nos vemos obligados a salir, recordar mantener la distancia social con las personas que están a nuestro alrededor y no compartir en espacios donde hayan más de 10 personas.
Sí, para unos las medidas sonarán ridículas, para otros imposibles de cumplir, pero en países como España donde las muertes alcanzan más de cuatro mil al momento de escribir este artículo, créanme que ellos aprendieron la lección de forma devastadora.
Mi compañero de casa que al principio pensó era imposible estar dos semanas encerrado, ahora me ha enviado un texto diciendo que, si la medida de quedarse en casa se hubiese implementado desde mucho antes, muchas vidas hubiesen sido salvadas.
Lamentablemente el hubiese no existe y en Nicaragua aún estamos a tiempo de evitar que la situación se salga de control. ¡Hagamos el cambio!
La autora es periodista de viaje. La crisis mundial del coronavirus la dejó atrapada en Europa. Ha estado en España y en Alemania.