Crece la angustia por nicaragüenses desaparecidos en España y Estados Unidos

Dos familias nicaragüenses, una en Estelí y la otra en Chinandega, comparten un mismo sufrimiento: han pasado más de dos meses y desconocen el paradero de dos parientes; una España y el otro en Estados Unidos. Ninguno contesta llamadas, ni mensajes y repentinamente dejaron de comunicarse.

Gabriela Briceño Carcache, espera que su madre de 51 años, María Dolores Carcache Lanuza esté bien en España después de haber perdido contacto con ella en marzo pasado. Mientras en Estelí, María José Navarro, ruega a quienes sepan de su hermano Kevin Josué Navarro, de 25 años, se lo hagan saber. La última vez que habló con él, fue el 4 de mayo pasado, cerca de dos meses ya.

Gabriela, quien actualmente vive en New York, Estados Unidos,  contó que su mamá y ella salieron de Estelí en julio del año pasado, pero su mamá decidió probar suerte en España.

"La última  vez que  nos comunicamos fue  el 8 de marzo a través de una vídeo llamada  que realizamos  y desde entonces  no sabemos nada de ella", comentó  lentamente y en voz baja.

Ella se comunicaba con su mamá frecuentemente, hablaban y se escribían. Dice que perdió contacto luego que ella le informó que se mudaría a vivir con su pareja, un español que identifica como Francisco Javier Blanco Rodríguez a la ciudad de Sevilla.

Gabriela contó que su mamá conoció a Blanco Rodríguez por medio de redes sociales y lo vio en persona en la ciudad de Madrid algunos días después. Entonces la familia no se alarmó, hasta esta repentina desaparición que los obligó a indagar sobre el novio de María Dolores y encontrarse que tiene antecedentes de violencia y fue señalado de secuestro de una mujer que fue su pareja.

La estiliana vivía en Madrid con su hermano Norman Carcache Lanuza. Su desaparición ya fue reportada el 26 de junjo ante la embajada de Nicaragua en España y las autoridades españolas, pero a la fecha no tienen noticias.

La hija de la desaparecida confió que en medio de la angustia ha tratado de comunicarme con el novio de su mamá, "pero su número de teléfono siempre aparece como que esta fuera de servicio. Tamibién intenté contactarlo por medio de su cuenta de Instagram pero fue imposible", explicó.

Reveló que el domingo 25 de junio se percató que Francisco Javier Blanca Rodríguez estaba activo en Instagram y al siguiente día  ya  no logró acceder a su cuenta.

DAÑO COLATERAL DE LA DESAPRICIÓN: DEUDAS

Desde hace tres meses, que María Dolores no le responde ni a sus llamadas ni a los mensajes ella le ha notado que se mantiene activa en su red social, pero al no lograr contacto dice que la preocupación crece día a día.

"A raíz de  la desaparición de mi mamá yo no he podido dormir, pensando en ella. Imagínese si una madre sufre terriblemente por un hijo, ahora un hijo por una madre y más aún que para nosotros ha sido madre y padre", dijo. La esteliana desaparecida es madre de tres, incluida Gabriela.

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La esteliana, señala que además de desconocer el paradero de su madre, ha tenido que asumir los pagos del préstamo de 3 mil dólares que hizo María Dolores para viajar a España. Explicó que ella se encuentra quebrantada de salud, está embarazada y le cuesta asumir las cuotas. Por otro lado, sus familiares en Estelí tampoco pueden costear los pagos.

Un familiar en Estelí dijo que María Dolores siempre fue una mujer de trabajo y muy responsable. En su tierra natal, trabajó por años en las tabacaleras hasta que en mal tiempo se quedó sin trabajo y vieron la oportunidad de salir del país. “Sorprende que no responda, nunca había pasado”, dijo.

“Las deudas que se generan para salir del país es un daño colateral del drama de las migraciones, salir a buscar la vida que no es posible tener en tu país, muchas veces esas deudas quedan ahí y la gente que se queda, que tenía la esperanza de una solución, terminan cargando con ella. La medicina sale peor que la enfermedad”, dice un economista esteliano que conoce del tema y pide hablar bajo identidad reservada.                     

ZOZOBRA EN CHINANDEGA

En tanto, en una casa del barrio de Villa Nueva, en Chinandega, en el occidente del país otra familia vive un drama parecido a la de la familia de María Dolores. “Hemos vivido días, horas difíciles”, dice María José Navarro, al contar la zozobra en la que viven por la desaparición repentina de Kevin Josué, su hermano.

“Kevin siempre fue muy esforzado, trabajó desde muy joven y es un chavalo de familia. No nos explicamos que ha pasado”, dice. Antes de emprender el viaje a Estados Unidos, trabajó como güirisero artesanal en minas de ese municipio. “Así sobrevivía y así pudo reunir el dinero para irse, dio una parte y la otra la pagaría después”, contó su hermana.

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María José Navarro recordó que ni antes, ni al llegar a Estados Unidos hace un año, Kevin Josué descuidó a su madre y sus hermanas más pequeñas. “Igual que priorizaba ayudarlas aquí cuando trabajaba, así lo hizo al llegar allá, siempre lo primero fue enviar ayuda a casa”, contó la hermana del nicaragüense desaparecido.

La familia de Kevin Josué, relató que la última vez que supieron de él fue el 4 de mayo. Contó contento que estaba bien, laborando en un hotel en el condado de Santa Ana, condado de Orange, Estado de California. "El (Kevin Josué) nos llamaba diariamente o en sus horas libres. De pronto ya no supimos de él, no contesta ni llama, ni las personas que sabían de él allá saben su paradero”, reiteró la hermana.

La organización Texas Nicaraguan Community, (TNC), apoya la búsqueda de Kevin Josué, confirman sus familiares. Se ha puesto la denuncia en la Policía también. Su protocolo señala indagaciones en morgues y hospitales, pero no han tenido resultados aún, adelantan. En el caso de María Dolores, también se ha hecho la denuncia. Para información de Kevin Josué, la familia ha dispuesto el número (+505) 8990-2570 y en el caso de María Dolores, el +1 (786) 307-7571.

MÁS TRAGEDIAS

Manuel Orozco, Director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, califica de brutal la ola migratoria de nicaragüenses que desesperados por la falta de empleos y poca esperanza en el futuro, han abandonado Nicaragua desde el 2021.

El especialista explica que una encuesta reciente realizada por Diálogo Interamericano en mayo de 2022, señala que el 40% de los entrevistados, inmigrantes nicaragüenses, dijeron haber llegado a Estados Unidos,  después de la crisis de abril de 2018, hace cinco años, fecha en las que estallaron las protestas sociales y que el régimen de Daniel Ortega ordenó aplastar con las armas.

Según el estudio, entre enero de 2021 y abril de 2022, ingresaron a ese país 141,000 nicaragüenses, la mayoría gestiona asilo político. La cantidad que llegó antes de ese período y después, hasta la fecha actual, elevaría a unos  400, 000 nacionales en ese país, 45% de los cuales entraron desde la crisis política, según el organismo. “La generación post-2018, ahora representa uno de tres migrantes”, señala Orozco.

A esa drama de desunión familiar se unen las desapariciones como las de María Dolores y Kevin Josué, pero además, es solo una parte de la tragedia fuera de las fronteras. Solo en este año y hasta mayo de 2023, 30 migrantes nicaragüenses han fallecido en Estados Unidos, según reportes de TNC.

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Accidentes de tránsito y laborales, enfermedades cardiovasculares y suicidios por depresión se cuentan entre las primeras causas de muerte de los nacionales. “El exilio es duro”, comenta por su lado, la psicóloga Juliana Aráuz. “La falta de pertenencia a un lugar, la falta de afecto familiar porque están lejos de los suyos causa depresión”, comenta.

La especialista señala a que ello debe agregarse la falta de empleo, preocupaciones por deuda y sentirse que “no encajan” en ese lugar, señala. “Lo recomendable es buscar ayuda psicológica y claro ayuda médica, porque se enferman y no van al médico porque no tienen documentos”, advirtió.

Sobre las familias que tiene un familiar desaparecido señala que deben también a acudir a ayuda. “Hay un estrés que están viviendo, un trauma que debe atenderse. Situaciones como estas amenazan la salud mental y esto puede ser mortal”, señala.

Navarro confirma lo que dice la especialista. “Si, hay una angustia, uno no tiene sosiego. Ojalá y pronto sepamos de Kevin, solo queremos saber si esta bien”, dijo.