El acto por el 40 aniversario de la Revolución Sandinista fue dominado por el tema de las sanciones, desde la misma tarima donde Ortega las deploró, también salieron súplicas para cesen este tipo de medidas.

En su papel literal de abogado del diablo, el párroco Antonio Castro, pidió a los pastores evangélicos estadounidenses que Ortega invitó al acto del 19 de julio, que gestionen ante su gobierno para que no apliquen más sanciones a los funcionarios responsables de la represión.

Daniel Ortega reconoció los efectos de las sanciones de Estados Unidos y pidió a ese país el cese de las medidas. Descartó el adelanto de elecciones y ofreció una reforma electoral “para que aquí nadie venga a quejarse después que les robamos las elecciones”, de las que ya se autoproclamó vencedor.

Daniel Ortega y Rosario Murillo encabezan el acto por el 40 aniversario de la Revolución Popular Sandinista con una Nicaragua en crisis por la represión contra el pueblo que pide el fin de la dictadura. El espaldarazo de la comunidad internacional se ve reflejado en la tarima: solo llegó un presidente.

El acto central del 40 aniversario de la Revolución Sandinista tendrá como invitados a puros desconocidos. El único presidente que ha llegado a Managua es el de Osetia del Sur, un pequeño territorio con 50,000 habitantes y que solo reconocen cuatro países, entre ellos Nicaragua.

Este 19 de julio, los nicaragüenses en Madrid y Zaragoza se manifestarán en contra de Daniel Ortega al cumplirse 15 meses desde el inicio de la rebelión cívica contra la dictadura de Nicaragua. Desde el exilio, el clamor sigue siendo el mismo: libertad, justicia y democracia.

Un contingente de armados con vestimenta militar estaban escondidos detrás de los árboles en una comunidad de Matagalpa al mismo tiempo en que el obispo visitaba la zona. “No sé con qué razón estaban ahí, pero es una gravísima irresponsabilidad”, sostiene monseñor Álvarez, quien exige al Ejército una auditoría militar.

Marina López, la mamá del joven asesinado por la Policía Orteguista en León, da su versión de los hechos. “Si se los hubieran querido llevar, los hubieran detenido, pero ellos los querían matar y lo lograron: me mataron a uno y el otro está bien mal”.

Ante “versiones contrastantes” sobre el asesinato de Bryan Murillo López, ultimado en su casa por la Policía Orteguista, organismos internacionales exigen una investigación imparcial de los hechos. Amnistía Internacional afirma que el crimen “demuestra una vez más la brutalidad de Daniel Ortega”.

El Cenidh constató a través de entrevistas y testimonios de familiares y testigo que los oficiales de la policía irrumpieron ilegalmente a la vivienda de la víctima para ejecutarlo.