Periodista español Fernando de Haro: “Imposible entrar a Nicaragua de forma legal… qué cara es la libertad”

El régimen de Daniel Ortega impidió el ingreso a Nicaragua del periodista español Fernando de Haro, quien documenta la persecución contra los cristianos, fue impedido de ingresar al país.

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Fernando de Haro, periodista español. CORTESÍA / DESPACHO 505
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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • June 28, 2024
  • 09:49 AM

El periodista español Fernando de Haro se suma a la lista de víctimas del férreo filtro migratorio que mantiene la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua. Este jueves, apenas estuvo de regreso en suelo español, desde los micrófonos de radio Cope, de Haro relató la misión “imposible” que resultó su intento de viaje al país en tiempos de tiranía. 

De Haro se ha dedicado en la última década a documentar la persecución a los cristianos. Nicaragua es actualmente, por mucho, uno de los países más peligrosos para el ejercicio de la fe cristiana, y como tal, el periodista se propuso verlo de primera mano. 

Con la expectativa de reunirse con cristianos perseguidos, aterrizó en Costa Rica y viajó hasta la frontera terrestre que comparte con Nicaragua donde vio frustrado su intento de ingresar por la vía legal. 

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“Los primeros días estuve en la frontera Norte, intentando entrar en Nicaragua para recabar testimonios. Primero intenté de forma legal, no lo logré hacer porque exigían unos requisitos para identificarse que eran imposibles, y luego lo que hice fue entrar de forma irregular, con otros migrantes, y en compañía de algún coyote”, relata antes de dejar correr segundos de un audio grabado en algún punto del camino irregular que describe como un lugar con abundante vegetación por el que avanzaron en absoluto silencio.

Revela que junto a su equipo de trabajo logró llegar a territorio nicaragüense, pero el grupo decidió no continuar porque habían sido advertidos de que “en cualquier momento podía aparecer el Ejército, y el último periodista que entró acabó en prisión”.

De Haro explica, que pese a las trabas migratorias que impone el régimen Ortega-Murillo, pudo, desde Costa Rica, palpar la gravedad de la realidad en Nicaragua. Lo hizo desde los relatos de las propias víctimas: religiosas, jóvenes, ciudadanos comunes que sin interés de ningún tipo, en 2018, cuando estallaron las protestas que derivaron el reclamo del poder a Ortega, se fueron a las calles.

“Dos hermanas de la madre Teresa lloraban recordando que habían tenido que escapar del país después de semanas amenazadas, escapando como delincuentes, la hermanas. Un médico que trabajaba en el régimen y que fue torturado por no sumarse a la represión lloraba recordando que había perdido la salud en una prisión siniestra el Chipote, un profesor que había estudiado en Alemania lloraba en el bajo en el que vive, una simple cochera, lloraba recordando las humillaciones y cómo le habían quitado su casa”, compartió.

“Qué cara es la libertad”, remata el periodista en su reflexión sobre la grave represión que padece Nicaragua.

Más de 600 ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua

La abogada Martha Patricia Molina, en una cuarta entrega del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, desde abril de 2018 hasta octubre de 2023, eleva en 667 los ataques del régimen e Daniel Ortega en contra de la Iglesia Católica.

Desde junio de 2022, el régimen de Daniel Ortega inició una cacería en contra de obispos, sacerdotes, religiosas y laicos, apresando y desterrando a varios de ellos después de haberlos acusado por diversos delitos, entre ellos, traición a la patria.

Hasta el pasado 15 de enero, Daniel Ortega desterró a Roma a 19 religiosos, entre ellos a los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, quienes junto a 15 sacerdotes y dos seminaristas fueron subidos a un avió y desterrados de Nicaragua.

El reporte de la abogada Martha Patricia Molina, señala que desde que inició la persecución en contra de la Iglesia Católica, al menos 76 religiosas (monjas), han sido expulsadas de Nicaragua, mientras que 186 sacerdotes han sido expulsados del país.

Como parte de la guerra frontal que Daniel Ortega y Rosario Murillo mantienen en contra de la Iglesia Católica, desde agosto de 2022, mantienen prohibidas las procesiones a nivel nacional y en la mayoría de los casos, las festividades religiosas se han realizado “intramuros”.

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Estados Unidos introdujo a Nicaragua en una lista negra, en donde señalan que en el país centroamericano existe persecución religgiosa.

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