Los cuatro atroces crímenes contra nicaragüenses en Costa Rica
En algunos de los crímenes ha estado de por medio la xenofobia. Repasamos los más atroces de los últimos años.
- junio 15, 2024
- 05:02 PM
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El 10 de noviembre del 2005, dos perros rottweiler devoraron el cuerpo del nicaragüense Natividad Canda Mairena en un predio ubicado en la parte trasera de un taller y venta de carros en La Lima de Cartago, Costa Rica. Un guarda de seguridad contempló la escena y se negó a prestarle auxilio.
Canda Mairena, un nicaragüense que había emigrado a Costa Rica a la edad de 10 años desde su natal Chichigalpa, había ingresado al taller junto a un amigo con las intenciones supuestamente de robar. Su muerte despertó en las redes sociales una campaña de xenofobia contra los nicaragüenses que residían en el país del sur. Canda para entonces tenía 25 años.
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Ese es uno de los grandes crímenes cometidos contra nicaragüenses en Costa Rica. A lo largo de su historia, ese país se ha caracterizado por ser un país económica y políticamente estable que ha acogido a personas de otras nacionalidades que buscan refugio o una oportunidad laboral. En el siglo pasado, Costa Rica fue vital para el triunfo de la revolución sandinista.
Y en los últimos 20 años, la comunidad nicaragüense en Costa Rica ha sido estremecida por cuatro crímenes, tres de ellos motivados por xenofobia y todos han acaparado titulares internacionales. Los nicaragüenses sufren de discriminación y actos de odio como el ocurrido reciente en San José cuando costarricense mató de más de 14 disparos a Otoniel Orozco.
1. Turba de ticos asesina a nicaragüense
La madrugada del cuatro de diciembre de 2005, 24 días después de la muerte de Natividad, una turba de 12 ticos fastidió a un grupo de seis nicaragüenses y uno de ellos asesinó a José Ariel Silva, de 22 años. Además atentaron contra la vida de los compatriotas Antonio Martínez y Francisco Angulo.
José Ariel Silva, quien era originario de Boaco, en Nicaragua, fue asesinado a puñaladas por Juan Antonio Arguedas, de 39 años que, según los jueces a cargo del proceso, actuó bajo la “xenofobia” y el “racismo”, algo “inadmisible”. Durante el juicio, que terminó con una condena de 33 años de prisión, el juez señaló que el hecho era inaceptable dentro de un Estado que respeta los derechos humanos y, mucho menos, contra “hermanos nicaragüenses” quienes “con su esfuerzo y sacrificio personal, contribuyen al desarrollo nacional”.
El suceso ocurrió en La Guácima de Alajuela en el momento que Silva departía en un bar junto a familiares y amigos. Según los testigos, los nicaragüenses comenzaron a ser ofendidos por un grupo de costarricenses que al calor de los tragos, lanzaron una serie de burlas xenófobas. Hicieron sonidos similares a los de un perro en referencia a la muerte de Natividad Canda.
2. Asesinan a una familia en Guanacaste
La noche del 9 de julio de 2022, cinco miembros de una familia nicaragüense fueron asesinados y otra resultó herida de gravedad, al ser atacados a balazos dentro de una vivienda en Huacas, Guanacaste, en Costa Rica. Medios locales detallaron que las víctimas recién se habían trasladado a vivir a la localidad y fueron asesinados por “error”, expresaron familiares y vecinos de los infortunados.
En el ataque murieron cuatro hombres identificados como Miguel Jarquín Cardoza (con edad desconocida), Pedro Hernández Cardoza, de 42 años; Isidro Orozco Loaiciga, de 29; Jonathan Cardoza Rivas de 25 años y Amparo Cardoza Orozco de 55 años de edad.
Oniel Rayo Cardoza, pariente de las víctimas, señaló que los asesinos confundieron a la familia con otra que anteriormente habitaban en el inmueble donde ocurrió la masacre. “Me mataron a mi mamá, dos hermanos, un primo y un cuñado. Adentro están todos tirados en el piso. Nosotros tenemos poco de estar aquí y mi hermano mayor, con los cuñados, tenían días de haber venido de Nicaragua”, dijo Rayo Cardoza en declaraciones a Teletica.
Vecinos denunciaron que en el inmueble donde se había trasladado la familia nicaragüense, anteriormente lo rentaban otras personas que supuestamente vendían drogas. Los autores del crimen fueron detenidos e identificados con los apellidos López, de 24 años, oriundo de Siquirres, y Rojas, de 21, de Pocora, en Limón. En la requisa, las autoridades decomisaron un fusil de asalto AR-15, una pistola calibre 40 y un revólver calibre 38, los cuales estaban ocultos debajo de una cama en el inmueble donde se habían escondido.
3. Asesinado de 14 balazos por su vecino
La mañana del pasado tres de junio, el nicaragüense Otoniel Orozco Mendoza, de 54 años, fue asesinado de 14 balazos, propinados por su vecino Eduardo Ramírez Zamora, de 44, tras una discusión por una llave de paso de agua potable.
El crimen quedó grabado en una cámara de seguridad del condominio donde habitaban víctima y victimario. Primeramente se aprecia la discusión de dos mujeres por el cierre de la llave de paso de agua y posteriormente ambos hombres protagonizaron una trifulca que acabó con el asesinado del nicaragüense.
Familiares y vecinos de los dos hombres dijeron que el ataque hacia Orozco se dio en el contexto de un conflicto prolongado de xenofobia por parte de Eduardo hacia Otoniel, a quien constantemente le hacía burlas por ser de nacionalidad nicaragüense. Las casas de ambos se encuentran una a la par de la otra en un residencial en Escazú, Costa Rica, informaron medios locales.
Otoniel era un empresario originario de Ciudad Darío, en Matagalpa, se nacionalizó y se casó en Costa Rica, compartieron sus familiares. Su cuerpo fue sepultado en su ciudad natal. El crimen que causó el repudio de ticos y nicaragüenses, fue catalogado por la opinión pública como un homicidio motivado por xenofobia. La Fiscalía de ese país incluyó la xenofobia como agravante del homicidio.
4. Muerte de Natividad Canda Mairena
La madrugada del 10 de noviembre de 2005, el nicaragüense Leopoldo Natividad Canda Mairena, murió al ser atacado por dos perros de la raza rottweiler, que por más de 54 minutos mordieron al pinolero en un taller de La Lima, en Cartago. La escena quedó registrada en vídeo.
El ataque de los perros “oso” y “hunter” ocurrió en un zacatal, cuando Canda y un amigo, ingresaron a una propiedad supuestamente para robar. Este hecho generó fuertes fricciones entre Costa Rica y Nicaragua por temas migratorios. Leopoldo Natividad, quien era originario del municipio de Chichigalpa murió cuando los perros lo despedazaron ante la vista de varias personas que, según la familia de la víctima, omitieron el auxilio.
La muerte de Natividad Canda y los conflictos entre Nicaragua y Costa Rica que en ese entonces mantenían una fuerte disputa por el Río San Juan, originó una ola de xenofobia en contra de los nicaragüenses que meses después se agravó. El caso fue llevado por la administración de Enrique Bolaños a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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En mayo de 2006, tras la muerte de Canda Mairena y el connacional José Silva,(ambos víctimas de xenofobia), Nicaragua acusó a Costa Rica ante la CIDH de actuar con aparente parcialidad al conceder a Costa Rica una prórroga extemporánea para responder una denuncia por violación a los derechos humanos a inmigrantes nicaragüenses en ese país.
Por la muerte de Natividad Canda, en noviembre de 2006, fueron acusados dos policías que habían llegado al lugar y presenciaron la escena. El abogado de la familia del infortunado, dijo que los agentes no prestaron auxilio al nicaragüense, al no disparar contra los perros al momento del ataque.
En septiembre de 2008, una corte de la ciudad de Cartago absolvió a ocho policías (entre ellos los dos agentes que en 2005 fueron acusados) y a otras dos personas por la muerte de Natividad.