A la dictadura Ortega Murillo parece importarle poco las sanciones de la comunidad internacional, pues a cada sanción a sus funcionarios responde con escalar la represión. Para el experto en Ciencias Políticas, Eduardo Gamarra, la única medida que podría “debilitarlo” es la suspensión de Nicaragua del Cafta, sin embargo cree que ocurrirá en el corto plazo.

El régimen de Daniel Ortega, a través de Gobernación, se negó a recibir información que Oxfam aportaba en su intento por cumplir con la Ley de Agentes Extranjeros. “Cualquier democracia requiere de una sociedad civil activa”, dice Simon Ticehurst, director de Oxfam para América Latina y el Caribe.

El tercer vicepresidente nacional de Ciudadanos por la Libertad defiende la decisión unilateral del partido de Kitty Monterrey de imponer la candidatura presidencial de Óscar Sobalvarro, con el argumento de que las condiciones “cambiaron” y la necesidad de que la agrupación liberal “diera la cara”.

El eurodiputado José Ramón Bauzá cree que en el Parlamento Europeo habrá un consenso para aprobar nueva resolución contra Ortega.

Lesther Alemán dice estar dispuesto ha asumir la peor de la consecuencias por desafiar a la dictadura de Daniel Ortega. Hace tres años cuando lo encaró tuvo que dejar su casa y comenzó a ser perseguido y asediado, pero es ahora cuando sabe que el mayor peligro lo acecha, confiesa.

La exembajadora de Argentina en la OEA considera que la resolución aprobada este martes con el apoyo de 26 países refleja que la comunidad internacional “ya no puede mirar para el costado” y partir de ahora habrá un antes y un después. Todo depende de Ortega y Murillo.

Crisis Group considera que Ortega aún está a tiempo de hacer cambios “técnicamente factibles y políticamente viables” que den condiciones mínimas para una elección creíble, pero la oposición y la comunidad internacional deberían poner de su parte.

“En las guerras no se sabe quién mata a quién. Yo no soy un asesino, soy un patriota” responde el excontra que quiere ocupar la silla presidencial al justificar su participación en la guerra civil de los años ochenta. Se dice el hombre “más confiable y creíble” y señala de “lobos vestidos de oveja” a los precandidatos de la Alianza Ciudadana, porque representan los intereses del gran capital.

Cristiana Chamorro abogó una vez más por la unidad, descartando cualquier otra opción de participación electoral. Sostiene que solo oposición unida podrá derrotar a la dictadura.

La precandidata presidencial confía en que la oposición alcanzará la unidad y la fuerza arrolladora para derrotar a Ortega. No se puede caer en la trampa de la desunión, dice en esta entrevista en la que rechaza de manera tajante considerar un escenario distinto.