Del "Gallo ennavajado" de Ortega al "Compañera" de Murillo, la codictadora ya tiene su canción

Tras asumir el cargo de "copresidenta" de Nicaragua gracias a una reforma constitucional impuesta por el régimen, Rosario Murillo ha lanzado una campaña para reforzar su imagen. Esta estrategia incluye la incorporación de su biografía en los planes de estudio de colegios públicos, la autoproclamación como referente en la defensa de los derechos de las mujeres y el estreno de una canción titulada "Compañera".

A inicios de marzo, el Ministerio de Educación (Mined) ordenó a los estudiantes de primaria, secundaria y escuelas normales realizar actividades en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Entre las iniciativas promovidas estaba la redacción de microrrelatos y poemas exaltando la personalidad de Murillo.

El 8 de marzo, empleados estatales marcharon en todo el país en “saludo” al Día Internacional de la Mujer, portando fotografías y consignas en honor a la vocera del régimen. Ese mismo día, medios oficialistas difundieron una canción dedicada a Murillo, reforzando la narrativa que la presenta como heroína y abanderada de las luchas femeninas en Nicaragua.

Además de la reciente canción dedicada a Rosario Murillo, titulada Compañera, Daniel Ortega ya cuenta con su propio himno propagandístico: El Gallo Ennavajado. Esta canción ha sido utilizada durante años por el Frente Sandinista en sus campañas electorales como un recurso para reforzar la imagen del dictador. Con un tono épico y combativo, El Gallo Ennavajado busca proyectar a Ortega como un líder indomable, consolidando el culto a su personalidad que ahora se extiende a su esposa.

"El culto a Murillo es ridículo"

Para la exguerrillera Dora María Téllez, este culto a la personalidad es “ridículo” e insostenible, considerando que Murillo está acusada de crímenes de lesa humanidad. “Lo que está sucediendo ahora es el desarrollo del culto a la personalidad de Rosario Murillo. Ya esto lo han hecho con Daniel Ortega durante años y ahora le toca el turno a ella”.

Téllez criticó que el régimen haya ordenado a los estudiantes escribir composiciones en su honor, calificándolo como una maniobra absurda. “Es una cosa verdaderamente ridícula y absurda de estarle pidiendo a los chavalos de las escuelas que le hagan una composición”, subrayó.

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Además, señaló que este culto busca posicionar a Murillo como la figura de poder ante la eventual ausencia de Ortega. “Ella necesita que ensalcen su figura porque está clara de que ya no disfruta el respaldo dentro de su propio partido y necesita aparecer con una aureola de heroína prefabricada”, advirtió.

Estrategia fallida de legitimación

Alexa Zamora, opositora nicaragüense, coincide en que esta campaña forma parte de un intento fallido por consolidar a Murillo como líder dentro del Frente Sandinista. “Esta constante y forzada inclusión de Murillo dentro de la historia del partido busca validar su poder”, explicó.

Según Zamora, esta exaltación no es nueva, ya que antes de la consolidación del régimen, Murillo figuraba como directora de los gabinetes del poder ciudadano y vocera oficial. “Se ha intentado posicionarla durante años, pero sin éxito”, agregó.

Adoctrinamiento con la canción "Compañera"

En este contexto, la canción “Compañera”, interpretada por los cantautores Noé Tinoco y Jefferson Cortez, es vista como otra herramienta de adoctrinamiento. Zamora afirma que esta iniciativa refleja una estrategia cada vez más agresiva por parte del régimen para imponer una imagen de Murillo como líder indiscutible.

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Wendy Quintero, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, también rechazó este intento de reescribir la historia y presentar a Murillo como un símbolo de lucha. “Su rol en la destrucción del orden constitucional, el desmantelamiento de las instituciones democráticas y la violación de derechos humanos ha sumido al país en un estado de terror”, denunció.

Quintero recordó que Murillo ha sido artífice del cierre de organizaciones feministas y de derechos humanos, lo que ha obligado a muchas mujeres al exilio. Además, la dictadura mantiene a siete mujeres como presas políticas.

“La historia no puede ni debe ser escrita por la propaganda, sino por el testimonio de quienes han resistido y siguen luchando por una Nicaragua libre, democrática y con justicia para todas las víctimas del régimen de Ortega-Murillo”, concluyó.