Ortega mejora la nota de su gestión, según Cid Gallup: ¿verdad o miedo?

El dictador nicaragüense sube nueve puntos en la última encuesta de Cid Gallup y aparece mejor valorado que el argentino Javier Milei.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • febrero 12, 2025
  • 11:16 AM

El dictador Daniel Ortega incrementó su calificación en la última encuesta de Cid Gallup, alcanzando 41 puntos, nueve más que en junio del año pasado, cuando solo el 32% de los nicaragüenses aprobaban su gestión. 

Ortega aparece mejor evaluado que el presidente argentino Javier Milei, quien según la encuestadora, alcanza un 32% de aprobación de su gestión. 

 

 

Aunque la valoración a la gestión de Daniel Ortega suba, la encuesta de la firma costarricense Cid Gallup revela que la mayoría de los nicaragüenses, 59 de cada 100, desaprueban su gestión. En 2017, el líder sandinista gozaba de un 62% de aprobación, según esa firma. 

Cid Gallup realizó la encuesta en el mes de enero a 1.200 personas en Nicaragua vía telefónica y los resultados cuentan con un nivel de confianza del 95%. 

En los últimos años, especialmente desde 2018, la valoración de Ortega ha venido en caída. Esta es la primera vez en siete años que experimenta una subida.

¿Por qué mejora la nota de Ortega? 

Los resultados de esta encuesta deben analizarse con escepticismo, especialmente en el contexto de un estado policial donde la represión es la norma y la vigilancia del régimen es omnipresente, dice el politólogo Félix Maradiaga

“En un sistema autoritario, donde el costo de la disidencia es altísimo, responder con sinceridad a una encuesta es un acto de riesgo”, asegura el también presidente de la Fundación para la Libertad. 

Ortega ha consolidado un "estado de terror" en el que la represión es selectiva, pero efectiva, dice el también excarcelado político: ha encarcelado a opositores, ha cerrado medios de comunicación, ha expulsado del país a cientos de líderes políticos y de la sociedad civil, y ha militarizado el control ciudadano.  

Maradiaga sostiene que en sistemas autoritarios el control de la narrativa oficial influye en la percepción de la población. La propaganda y la censura distorsionan la realidad, al punto de que algunos segmentos de la población pueden llegar a internalizar la retórica del régimen, o al menos a repetirla como mecanismo de supervivencia.   

“Más que un reflejo real de apoyo ciudadano, esta supuesta alza en la aprobación de Ortega es un síntoma del miedo que él ha impuesto. La experiencia histórica y el análisis de las dinámicas en regímenes autoritarios sugieren que, cuando haya un espacio de verdadera libertad, la opinión pública reflejará lo que la mayoría de los nicaragüenses realmente piensan”, concluye. 

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