Ortega reclama a EEUU por deportaciones masivas mientras destierra a cientos de nicaragüenses
Ortega acusó a EE. UU. de expulsar inmigrantes "a patadas", mientras en Nicaragua es responsable de un éxodo masivo sin precedentes agudizado con una implacable política de destierro, desnacionalización y veto migratorio.
- Managua, Nicaragua
- febrero 03, 2025
- 03:17 PM
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El dictador Daniel Ortega expresó "solidaridad" con los inmigrantes expulsados de Estados Unidos como consecuencia de la nueva política migratoria del Gobierno de Donald Trump. "Los están sacando a patadas", criticó el dictador calificando la medida como una violación a los derechos humanos mientras su propio régimen intensifica la represión mediante la prohibición de ingreso a Nicaragua a cientos de ciudadanos.
Ortega reapareció este lunes de manera virtual en la denominada Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América -Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). Flanqueado por su ahora copresidenta Rosario Murillo, además del sancionado presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras y el excanciller Denis Moncada, aprovechó para cuestionar lo que llamó una política "imperialista" hacia los inmigrantes.
No obstante, Ortega no se refirió a los nicaragüenses que se encuentran en Estados Unidos y que por su estatus migratorio enfrentan riesgo de deportación. Oficialmente, la dictadura no reporta la llegada de vuelos a Nicaragua con migrantes deportados de Estados Unidos desde octubre de 2019. Tampoco ha manifestado voluntad de recibir a quienes resulten afectados.
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Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al menos 44.995 ciudadanos de Nicaragua están en lista de espera de deportación en Estados Unidos, aunque la cifra podría ser mayor si se considera que el nuevo presidente Donald Trump considera como migrantes irregulares a los beneficiarios de otros programas como el parole humanitario.
En su comparecencia de este lunes, el veterano líder rojinegro centró su discurso en mostrar aparente empatía con la crisis de los migrantes en Estados Unidos. Habló de manera genérica sobre el impacto en los ciudadanos latinoamericanos y del Cariebe que están siendo expulsados de ese país y, pese a su condición de dictador, se plantó como un defensor de los derechos humanos.
"Tenemos que defender los derechos de todos los ciudadanos de este planeta y en particular de los ciudadanos de América Latina y El Caribe, y expresar nuestra solidaridad con los pueblos que están siendo atropellados por la forma que están tratabdo a los inmigrantes que tenían años de estar asentados en Estados Unidos, que habían hecho toda una vida en los Estados Unidos y los están tratando como delincuentes y los acusan de ser delincuentes los acusan de ser narcotraficantes sin ninguna prueba sin ningún juicio, sin ninguna sentencia que digan que esos ciudadanos han cometido delito alguno", criticó el dictador.
Migración histórica en tiempos de Ortega
Ortega acusó a la administración Trump de descalificar "de la manera más brutal" a los inmigrantes y de "sacarlos a patadas de su territorio" a pesar de que él en Nicaragua es el responsable no solo de un éxodo sin precedentes de ciudadanos que huyen de la represión y el clima de terror que impone desde 2018, sino que, además, ha legalizado prácticas inhumanas como el destierro y el despojo de la ciudadania de cientos de nicaragüenses. Las más recientes víctimas de esta práctica aberrante son cientos de personas que han salido del país por asuntos pesonales, trabajo o negocios y a su retorno a Nicaragua son prohibidos de ingresar al país, imponiéndoles un destierro de facto.
El destierro de nacionales quedó firme en la Constitución Política de Nicaragua luego que el Parlamento aprobara en segunda legislatura un paquete de reformas que otorga poder absoluto a Ortega y Murillo. Las enmienfas a la Ley General de Migración y Extranjería; y de adición al Código Penal de la República de Nicaragua, modificó 47 artículos, entre ella la legalizacion de los destierros y las negativas de entrada o salida de nicaragüenses y residentes extranjeros que representen un "riesgo social" o que puedan "menoscabar la soberanía nacional".
"Es decisión soberana del Estado de Nicaragua, a través de la Dirección General de Migración y Extranjería, autorizar o denegar el ingreso, revocar la permanencia, cancelar la residencia o la nacionalidad nicaragüense adquirida", dice el texto aprobado.
En la nueva Carta Magna la Dirección de Migración y Extranjería tiene la funcion de notificar "a las empresas de transporte internacional terrestre, aéreo, marítimo, fluvial y lacustres la prohibición de trasladar al territorio nacional a personas que su ingreso no esté autorizado o tenga restricción migratorias bajo apercibimiento de asumir los costos de retorno al lugar de origen o de procedencia".
Pese a la gave situacion interna, el dictador, señalado de graves violaciones a los derechos humanos de los nicaraguenses, incluidos crímenes de lesa humanidad, sentenció a Estados Unidos: "Llegará el día en que esa actitud antimigratoria que se ha exacerbado desaparezca y se valore el aporte de los inmigrantes (...) que llegue el día en que la voluntad de paz, de respecto a los derechos humanos, la voluntad de humanidad se establezca también en el pueblo norteamericano y sobre todo en los gobernantes norteamericanos".
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Sobre la crisis migratoria en Estados Unidos, Ortega también omitió también el drama de los connacionales que de ser expulsados del país norteamericano podrían quedar en terceros países debido a la negativa de su régimen a aceptar su retorno seguro al país.
El pasado 30 de enero, México informó que recibirá a los migrantes nicaragüenses que sean deportados de Estados Unidos en las redadas ordenadas por el presidente Trump, informó el diario mexicano Milenio.
Según el diario, México recibe a migrantes de Nicaragua, Cuba, Haití y Honduras "que Estados Unidos no puede enviar a sus países de origen".