La bandera roja y negra sandinista es aprobada como símbolo patrio en Nicaragua

El régimen de Ortega declara la bandera del FSLN como símbolo patrio, y elimina la línea entre Estado y partido en Nicaragua.

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Foto: Archivo
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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • enero 15, 2025
  • 12:17 PM

La Asamblea Nacional, presidida por el sansionado Gustavo Porras, aprobó este miércoles, en las sesiones correspondientes a las reformas parciales a la Constitución, la inclusión de la bandera roja y negra del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como parte de los símbolos patrios de Nicaragua, a la par del Himno, la Bandera y el Escudo Nacional.

En la sesión de este 15 de enero, los diputados aprobaron un total de 18 artículos de las reformas constitucionales con las que el dictador Daniel Ortega y Rosario Murillo consolidan el control absoluto sobre Nicaragua declarándolo un "Estado revolucionario".

La enmienda que consta de 108 cambios acaba con la independencia de poderes somete a Los órganos legislativo, judicial y electoral del Estado, además de otras entidades,.a la autoridad de la Presidencia que, por primera vez, será ejercida de manera compartida bajo la figura de copresidentes, también creada con estas emniendas, y que beneficia de manera directa a Murillo pues la eleva al rango más alto del poder sin pasar por un proceso de elecciones. La Copresidencia también tendrá control absoluto del Ejército y un año más de mandato presidencial, para un total de 6 años.

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La bandera sandinista como símbolo patrio

En el debate previo a la aprobación de los primeros 18 artículos de la reforma, las diputadas de la bancada sandinista colocaron la bandera del FSLN sobre la bandera Azul y Blanco que ha sido, hasta ahora, el único estandarte entre los símbilos patrios.

La diputada Juana Isaura Chavarría Salgado dijo que la reforma constitucional "refuerza el principio de que el poder revolucionario lo ejerce el pueblo [...] incorporando como símbolo patrio nuestra bandera rojinegra, que rescató la dignidad de nuestra bandera Azul y Blanco y el escudo nacional”. Esta declaración, más allá de enaltecer al Frente, busca borrar los límites entre el partido sandinista y el Estado, un pilar fundamental en los regímenes totalitarios.

Por su parte, Luz Ester García Talabera afirmó que la bandera del FSLN es “un símbolo de dignidad nacional [...] rescatada por nuestro General Sandino”. Sin embargo, críticos del régimen señalan que esta narrativa tergiversa la historia de Sandino, usándolo como figura simbólica para legitimar las acciones de un régimen que ha sido denunciado por violaciones a los derechos humanos y represión política.

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Organizaciones de derechos humanos y líderes de opinión han señalado que esta reforma representa un claro intento de Ortega por eliminar cualquier vestigio de separación entre el Estado y el partido. Al declarar la bandera rojinegra como símbolo patrio, se pretende imponer una identidad partidaria como si fuera nacional, borrando la diversidad y pluralidad que caracteriza a Nicaragua.

La apatridia incluida en la Constitución

En la sesión de este miércoles, también el Parlamento también incluyó en la Carta Magna la pérdida de la nacionalidad nicaragüense, una figura que ha usado como métedo represivo contra centenares de opositores y que ya había sido incorporada en el marco penal, económico y migratorio.

Organismos han denunciado que la reforma robustece los métodos represivos del régimen que "buscan extender la represión tanto dentro como fuera de Nicaragua" y que imponen la apatridia de facto, el destierro y la represión transfronteriza.

A partir de ahora, todas aquellas personas que sean considerados traidores a la patria, mecanismo que el régimen ha usa a discrecionalidad para silenciar a las voces dentro del país. 

El debate también sirvió como plataforma para atacar a sectores críticos de la dictadura, especialmente a la Iglesia Católica. Previo a la aprobacion del artículo 14 que establece que ninguna persona u organización puede realizar actividades que atenten contra el orden público y advierte que las organizaciones religiosas deben mantenerse libres de todo control extranjero, la diputada sandinista, Maritza del Socorro Espinales, utilizó su intervención para justificar la creciente persecución religiosa en el país: “Una persona jurídica, o sea un sacerdote, un pastor, no pueden utilizar su figura religiosa [...] para promover ni provocar discordia”.

Hacia una identidad nacional monopolizada

Opositores ya habían denunciado que las reformas a la Constitucion no es solo un cambio simbólico; es un reflejo de cómo el régimen busca monopolizar la identidad nacional para perpetuar su control. Al convertir los símbolos partidarios en símbolos patrios, Ortega y Murillo eliminan cualquier espacio para la disidencia, forzando a la población a asociar el amor a la patria con la lealtad al partido.

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En su momento, la activista política Alexa Zamora declaró que "esto manifiesta de forma tangible esta visión que tiene el régimen de consolidar a Nicaragua como un Estado al servicio del partido, al estilo del régimen cubano o de Corea del Norte".

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