Daniel Ortega asiste a la investidura de Maduro

El dictador Daniel Ortega apareció a última hora en Caracas en el acto de investidura presidencial de Nicolás Maduro. De manera sorpresiva, tras la jura del líder chavista, Ortega fue anunciado entre los presentes.

La presencia de Ortega no había sido confirmada entre la comitiva que asistiría en representacion de Nicaragua a la toma presidencial que para gran parte de la comunidad internacional es ilegítima.

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Este jueves la dictadura Ortega-Murillo había anunciado una delegación integrada por 16 funcionarios, entre ellos, ministros, diputados y miembros de la Juventud Sandinista. Sin embargo, un fuerte dispositivo de seguridad desplegado esta mañana en el aeropuerto de Managua despertó la sospecha del viaje de Ortega.

Ortega viajó a Venezuela en una aerolínea de la empresa Conviasa. En el aeropuerto de Caracas fue recibido por el Canciller Yván Gil y posteriormente se desplazó al Congreso de los diputados, donde se realiza el acto de toma de posesión de Nicolás Maduro.

Ortega llegó aproximadamente con una hora de retraso, cuando ya Maduro había sido juramentado y terminaba su discurso antiimperialista.

Sentado con Díaz-Canel

El dictador cubano Miguel Díaz-Canel, era el único invitado de alto cargo en la toma de posesión de Maduro, quien fue ubicado en el ala izquierda del salón elíptico del Congreso donde se realizó el acto de la ilegítima investidura.

A su llegada al salón elíptico, el dictador Daniel Ortega fue llevado de la mano por un funcionario chavista, pero al indicarle el sitio donde se sentaría, a la par de Díaz-Canel, Ortega se soltó de su brazo y fue a abrazar a Maduro.

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Venezuela y Cuba son los únicos países a los que viaja esporádicamente el dictador nicaragüense, ya sea por motivos de salud o apoyo políticos con las cumbres de la Alianza Bolivariana para los Para los Pueblos de América (Alba).

Venezuela y Nicaragua mantienen estrechas relaciones políticas y han unido fuerzas contra lo que llaman "intervencionismo extranjero" por parte de Estados Unidos y otros países occidentales que consideran antidemocráticas las acciones de los presidentes Maduro y Ortega.