El Papa insiste en un diálogo con Nicaragua: “No hay paz sin libertad religiosa”

El papa Francisco llamó nuevamente a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo para el establecimiento de un diálogo “respetuoso y constructivo” por el respeto a la libertad religiosa y los derechos fundamentales de todos los nicaragüenses.

En su tradicional discurso de inicio año a los embajadores de los países acreditados ante la Santa Sede, donde no había representación de Nicaragua por el rompimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, el Pontífice se refirió a la crisis que vive el país.  

“Pienso en Nicaragua donde la Santa Sede, que está siempre dispuesta a un diálogo respetuoso y constructivo, sigue con preocupación las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia y hace votos para que se les garantice adecuadamente a todos la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales”, dijo Francisco. 

El Papa insistió en que, “efectivamente, no hay verdadera paz si no viene garantizada también la libertad religiosa que implica el respeto a la conciencia de los individuos y en la posibilidad de manifestar públicamente la propia fe y pertenencia a una comunidad”. 

Para el Jefe del Estado vaticano resulta particularmente “preocupante” el intento de instrumentalizar los documentos multilaterales cambiando el significado de los términos o reinterpretando unilateralmente el contenido de los tratados sobre los derechos humanos para llevar adelante ideologías que dividen, que pisotean los valores y la fe de los pueblos. 

La situación en Venezuela  

El pontífice también hizo referencia, ante los 184 embajadores de los países con los que el Vaticano mantiene relaciones diplomáticas, a la situación en Venezuela pidió este jueves el respeto de los derechos de todos los venezolanos, incluidos los arrestados en los últimos meses y deseó el inicio de negociaciones para “el bien común del país”.

Francisco aseguró que la crisis en Venezuela solo podrá ser superada con la adhesión sincera a los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, a través del respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de cada persona, incluidos los de quienes han sido arrestados a causa de los sucesos de los últimos meses. 

También citó en su discurso a Bolivia, “que está atravesando una preocupante situación política, social y económica” y a Colombia, al desear que “con la ayuda de todos se pueda superar la multiplicidad de los conflictos que lastiman al país desde hace demasiado tiempo”.