Ortega perpetua poder militar en Nicaragua: Cuarto nombramiento de Julio César Avilés como General del Ejército
Al finalizar su nuevo mandato, Avilés cumpliría 20 años años en el cargo como General del Ejército de Nicaragua.
- San José, Costa Rica
- diciembre 21, 2024
- 12:13 PM
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El 21 de febrero de 2025, Julio César Avilés asumirá por cuarta vez consecutiva el cargo de comandante del Ejército de Nicaragua, en una decisión que subraya la creciente concentración de poder bajo el régimen de Daniel Ortega.
Avilés, quien fue nombrado inicialmente en 2009 y asumió oficialmente en 2010, debía haber dejado su puesto en 2015 según las normas de rotación interna del Ejército. Sin embargo, desde entonces ha continuado ejerciendo el cargo, y su nombramiento para el periodo 2025-2031 refuerza la idea de una militarización estructural del poder en el país.
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El nuevo nombramiento del Avilés iría en contra del principio de alternancia en el poder propio de una democracia con instituciones independientes. No obstante, es una práctica cada vez más común de parte de la administración sandinista, no solo en las Fuerzas Armadas, sino también en todo el aparato Estatal
La perpetuidad de la alianza Ortega-Avilés
Desde su primer nombramiento en 2009, la relación entre Ortega y las Fuerzas Armadas ha sido un factor fundamental para la estabilidad del régimen sandinista. En sus dos primeras reelecciones, en 2015 y 2020, Avilés fue un pilar clave para la lealtad militar al régimen.
Sin embargo, con este nuevo nombramiento, Ortega no solo asegura el respaldo militar para su administración, sino que también impone una visión autoritaria en el Ejército, donde la rotación de mandos parece ser una práctica olvidada.
La decisión de mantener a Avilés en el poder refleja la política de control y subordinación de las instituciones estatales a la voluntad presidencial, independientemente de lo que dictan las normas de la Constitución de Nicaragua. La permanencia de un solo líder militar en el cargo durante más de dos décadas es un claro signo de la falta de alternancia y pluralidad, elementos fundamentales para cualquier democracia.