971 agresiones contra la Iglesia católica: La dictadura persiste en sus ataques

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa sus ataques contra la Iglesia católica de Nicaragua con el destierro de sacerdotes y obispos, discursos de odio y prohibición de actividades religiosas. Desde abril de 2018 hasta diciembre de este año, se han documentado al menos 971 agresiones, según la sexta entrega del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, elaborado por la investigadora Martha Patricia Molina.

En lo que va de este año, se han registrado 177 hostilidades, una cifra menor a las 321 reportadas en 2023. Sin embargo, Molina advierte que esta disminución no refleja una mejora en la situación, sino que podría estar relacionada con el temor a denunciar.

“Hay miedo y terror por parte de los clérigos y laicos por denunciar los ataques que reciben. Posiblemente esta cifra sea mucho mayor a la que registramos en 2023, solo que no han denunciado”, explicó la investigadora.

Actos de terror contra la Iglesia

El informe destaca cinco actos terroristas contra la Iglesia católica, entre ellos:

• El ataque a la parroquia Divina Misericordia de Managua en julio de 2018
• El incendio en Cáritas de Sébaco, Matagalpa
• La quema de la imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua en 2020
• La destrucción de la capilla Divina Misericordia en León
• La quema del sagrario de la parroquia San Juan Bautista en Nueva Segovia

Además de los actos de terrorismo, el informe detalla otros tipos de agresiones: hay al menos 348 actos de represión contra religiosos, incluyendo amenazas de muerte, difamaciones, agresiones físicas y persecuciones.

MÁS NOTICIAS | Monseñor Rolando Álvarez ora por Nicaragua durante su primera misa pública tras su destierro

Se han documentado 244 ataques y asedios a templos y edificios religiosos; 101 robos y profanaciones; 97 actos de represión a laicos; 88 pintas y mensajes de odio; 74 cierres de organizaciones sin fines de lucro, medios de comunicación y proyectos sociales y 19 confiscaciones de propiedades de la Iglesia católica.

Restricción de actividades religiosas y exilio 

El informe también revela que las autoridades han prohibido más del 98% de las actividades de piedad popular, como procesiones y festividades religiosas, a pesar de que la legislación nicaragüense garantiza la libertad religiosa.

Desde 2019 se han prohibido 11.763 actividades de piedad popular, principalmente procesiones o fiestas patronales.

"En Nicaragua no existe ninguna ley que prohíba realizar procesiones o actividades de piedad popular, pero las autoridades policiales han obligado a la Iglesia a desarrollar estas actividades exclusivamente dentro de los templos”, señala la investigadora.

La represión ha obligado a 266 religiosos a exiliarse, de los cuales 167 son hombres (obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas) y 99 son mujeres (monjas y religiosas). 

La Arquidiócesis de Managua y la Diócesis de Matagalpa han sido las principales víctimas de los ataques del régimen. 

Este mes de diciembre, el papa Francisco expresó su «cercanía» a los fieles de Nicaragua ante «las dificultades, incertidumbres y privaciones» que viven: «Estoy con ustedes», escribió en una carta, en un momento de tensas relaciones entre la Iglesia y el régimen de Ortega, que encarcela y destierra a curas y suspendió las relaciones con la Santa Sede.

Las relaciones entre el Vaticano y Managua atraviesan momentos de gran animadversión: el papa llegó a denunciar el «desequilibrio» de Ortega y a su régimen de «dictadura grosera». Este, a su vez, acusó al Vaticano de formar parte del «conglomerado del fascismo» y ha disuelto y expropiado a la Compañía de Jesús, los jesuitas, que es la orden del papa Francisco.