Cinco casos de tortura que reflejan la crueldad de la dictadura

Un hombre denunció: “Me pasaron un asador caliente por los testículos y me arrancaron los pelos con las manos”. Estos son cinco ejemplos del uso de la tortura como método de represión en Nicaragua.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • diciembre 11, 2024
  • 07:30 AM

El Informe contra la Tortura del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más evidencia la crueldad de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra sus opositores.  

Se describen actos de extrema crueldad, como el testimonio de un hombre que denunció: “Me pasaron un asador caliente por los testículos y me arrancaron los pelos con las manos”, y otro que relató: “Me colocaron una bolsa plástica en la cabeza mientras me amenazaban con matarme”.

Estas prácticas, que incluyen golpizas, asfixia, violencia sexual y aislamiento prolongado, reflejan el uso de la tortura como herramienta de represión y control por parte del Estado. 

Estos son cinco ejemplos del uso de la tortura como método de represión en Nicaragua. 

1. Violencia sexual 

Uno de los casos documentados detalla el testimonio de un hombre, ex preso político, quien denunció haber sido sometido a una forma extrema de violencia sexual: 

"Me bajaron los pantalones, me pasaron un asador caliente por los testículos y me arrancaron con las manos los pelos". 

Este caso, como otros similares, refleja la brutalidad de los métodos utilizados en los centros de detención en Nicaragua, donde se combina la violencia física, psicológica y sexual para humillar y castigar a los opositores al régimen. Este tipo de práctica ha sido recurrente y se enmarca como un crimen de lesa humanidad debido a su naturaleza sistemática y deliberada. 

2. Asfixia y simulación de ejecución 

Una víctima relató haber sido sometida a asfixia seca mientras estaba detenida en el Distrito III de Policía en Managua: 

"Me colocaron una bolsa plástica en la cabeza, apretándola con fuerza mientras me amenazaban con matarme. Decían que no saldría vivo si no cooperaba con sus preguntas". 

Este método de tortura se combina con amenazas de muerte para generar un estado de terror extremo en las víctimas, y se ha reportado como una de las prácticas recurrentes utilizadas por las fuerzas policiales y paraestatales. Este acto constituye una grave violación a los derechos humanos, considerada crimen de lesa humanidad por su carácter sistemático. 

3. Desnudez forzada combinada con violencia sexual  

Una mujer detenida relató cómo fue humillada durante su reclusión: 

"Me obligaron a desnudarme completamente frente a varios agentes, incluyendo hombres. Me exigieron hacer sentadillas mientras me observaban y luego me tomaron fotografías en esas condiciones. En una supuesta consulta médica, una mujer me obligó a desnudarme y me tomó fotos de mi ano". 

Este caso ilustra el uso de la desnudez forzada y la humillación como herramienta de tortura psicológica y sexual, diseñada para deshumanizar a las víctimas y quebrar su resistencia emocional. Este tipo de prácticas han sido denunciadas en múltiples casos, afectando tanto a hombres como a mujeres, y son consideradas crímenes de lesa humanidad. 

4. Choques eléctricos en los genitales 

Otro caso documentado en el informe relata la práctica de choques eléctricos en los genitales como método de tortura. Un ex preso político narró su experiencia: 

"Me llevaron a una celda, me golpearon repetidamente y luego utilizaron un taser para darme descargas eléctricas en los genitales. El dolor era insoportable y me desmayé varias veces mientras me torturaban". 

Este tipo de violencia, además de causar daño físico extremo, tiene un impacto psicológico devastador. La utilización de choques eléctricos ha sido identificada como una práctica recurrente en los centros de detención nicaragüenses, especialmente en el Distrito III de Policía y en el Centro Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo. Estos actos constituyen una violación grave a los derechos humanos y están catalogados como crímenes de lesa humanidad. 

5. Aislamiento prolongado 

Un caso adicional reportado en el informe describe el uso de aislamiento prolongado como forma de tortura psicológica. Una víctima relató: 

"Me mantuvieron en una celda oscura y estrecha durante más de 15 días, sin contacto con otras personas ni acceso a la luz natural. No sabía qué día era ni cuánto tiempo había pasado. Cada vez que intentaba hablar con los guardias, me ignoraban o me amenazaban con golpearme". 

El aislamiento prolongado es una técnica diseñada para quebrantar emocionalmente a las personas, generándoles un profundo sentido de desesperación, desorientación y angustia. En el informe se documentaron al menos 85 casos de esta práctica, utilizada de manera sistemática en centros de detención nicaragüenses. Este tipo de abuso constituye tortura y es considerado crimen de lesa humanidad. 

Impacto y recomendaciones 

El informe busca visibilizar estas violaciones y aboga por justicia para las víctimas. Asimismo, destaca la necesidad de acciones internacionales para investigar y sancionar a los responsables, y promover el respeto por los derechos humanos en Nicaragua. 

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más refuerza las denuncias de una crisis de derechos humanos persistente, llamando a la comunidad internacional a intervenir para detener la represión y garantizar justicia para las víctimas. 

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