¿Ortega y Murillo buscan reconciliación con Lula?

El dictador nicaragüense Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo enviaron un saludo al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para manifestarle su cercanía por la delicada condición de salud que atraviesa. 

"Desde Nicaragua bendita y siempre libre te saludamos en estos momentos delicados, deseando tu más pronta recuperación, desde nuestros lazos históricos de hermandad y solidaridad nuestra americana y caribeña", escribió Ortega a Lula, a quien en agosto pasado tildó de "arrastrado" y de querer ser el "representante de los yanquis" en América Latina.

El presidente de Brasil fue sintervenido quirúrgicamente de emergencia a causa de una hemorragia cerebral que sufrió a consecuencia de un accidente en octubre de este año y la comunicación sobre su estado de salud ha sido aprovechada por los dictadores para intentar relajar las tensiones.

De hecho, luego de que Brasil bloqueara el ingreso de Nicaragua al bloque de economías emergentes conocido como BRICS, Ortega ha bajado su retórica contra Lula.

LEA: Estados Unidos inicia investigación contra Nicaragua que podría llevar a la suspensión del CAFTA

El saludo de Ortega ocurre cinco meses después que rompió las relaciones diplomáticas con Brasil, cuando ordenó la expulsión de Nicaragua al embajador Breno de Souza Brasil Días da Costa, porque no asistió al acto del 45 aniversario de la revolución sandinista, el pasado 19 de Julio.

En reciprocidad, Lula da Silva ordenó la salida de la embajadora de Nicaragua, Fulvia Patricia Castro Matus. Ortega, por su parte, le entregó la cartera del Ministerio de Economía Familiar, lo que supuso una ruptura con Managua. 

Relaciones agrietadas

La reacción de Ortega se endureció cuando calificó de "arrastrado " a Lula da Silva por desconocer los resultados electorales de Venezuela.

"Si querés que te respete, respetame Lula, si querés que te respete el pueblo bolivariano respetá la victoria del presidente Nicolás Maduro. No andés ahí de arrastrado", reclamó Ortega durante su intervención en la XI Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP), el pasado 26 de agosto de 2024.

Las fricciones con,Lula da Silva comenzaron tras ofrecerse a mediar con Ortega para que liberara al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez. El brasileño declaró que el líder sandinista al que alguna vez fue cercano no le atendía el teléfono cuando intentó tener un puente de comunicación por encargo del papa Francisco, para abogar por la liberación del obispo. "Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él", había manifestado Lula da Silva en una conferencia de prensa con medios internacionales.

LEA: La dictadura recurre a la Corte Centroamericana de Justicia para presionar al SICA

Asimismo, el mandatario brasileño cuestionó el modelo autoritario de Ortega  en Nicaragua, porque no se corresponde con el espírito revolucionario que derrocó a la dictadura somocista, "porque no se sabe si quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo”.

La salud de Lula

Lula se encuentra estable en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de São Paulo, después de ser operado de urgencia de una hemorragia intracraneal a consecuencia de una caída que sufrió hace dos meses.

La previsión es que permanezca ingresado al menos hasta el próximo lunes. Los médicos que le atienden informaron de que está consciente, habla con normalidad y no tendrá ningún tipo de secuela neurológica.