¿Por qué Ortega y Murillo no sacan a Nicaragua del SICA como sí lo hicieron de la OEA?
La dictadura afirma seguir una política exterior basada en "dignidad y soberanía", pero persiste en buscar apoyo para nombrar un secretario general del SICA, pese a tres intentos fallidos.
- Managua, Nicaragua
- diciembre 06, 2024
- 07:26 AM
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo asegura que el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) está condenado a una “paulatina extinción” por el bloqueo a sus ternas enviadas para asumir la Secretaría General del organismo, la última ha sido la que encabeza el excanciller Denis Moncada. En menos de una semana han enviado dos cartas de protesta con todo tipo descalificativos y amenazas a los cancilleres de la región.
Sin embargo, Ortega y Murillo, que pregonan una política exterior con una postura de “dignidad y soberanía” han decidido insistir en la búsqueda de apoyos y no salirse del SICA como sí lo hicieron de la OEA.
La permanencia de Nicaragua en el organismo responde a razones económicas, políticas y geopolíticas, explica la activista y opositora Haydée Castillo.
El SICA gestiona una cantidad de recursos importantes a través de sus secretarías, además, la permanencia de Nicaragua en el organismo les garantiza el acceso al financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), una fuente de ingresos importante para el régimen y del que Nicaragua es país socio fundador.
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Actualmente, el BCIE en el país cuenta con una cartera de proyectos dirigida al sector público por un monto de US$1.586 millones y aprobaciones por US$890.17 millones.
Mientras que en el sector privado avanza la Facilidad de Apoyo al Sector Financiero para el Financiamiento a mipymes con la canalización de desembolsos a instituciones financieras aliadas por la suma de US$70.9 millones, según información oficial del banco.
Centroamérica, el segundo socio comercial de Nicaragua
El régimen también depende del SICA para mantener sus relaciones comerciales con la región, que es nuestro tercer socio comercial.
Entre enero y septiembre de este año, el valor de las exportaciones totales (mercancías + zona franca) sumaron 1.938 millones de dólares. De ese total, 715.2 millones de dólares fueron en exportaciones a Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras. El mercado centroamericano es el segundo socio comercial de Nicaragua, según datos del Banco Central.
En el ámbito político, Castillo destaca la necesidad del régimen de legitimarse en el escenario internacional, especialmente cuando ha perdido el respaldo incluso de gobiernos ideológicamente cercanos, como los de Colombia y Brasil.
“Buscan presentarse como un régimen probo, defensor de la integración, utilizando al SICA como puente para esa narrativa”, dice la opositora.
Por su parte, la excarcelada política Dora María Téllez destaca la importancia del SICA para las relaciones comerciales de Nicaragua. “Salirse del SICA sería un golpe a los intereses comerciales del país. Aunque el régimen haga amenazas, sabe que no le conviene abandonar esta organización”.
El rechazo a las ternas y la amenaza a la región
El rechazo de las propuestas de Ortega para la Secretaría General del SICA refleja el aislamiento del régimen. "Los países han visto que el régimen es una amenaza para la seguridad regional y un retroceso a los tiempos oscuros de las guerras en Centroamérica", valora Haydée Castillo.
Nicaragua tiene derecho a ocupar el cargo hasta el año 2026 mientras ostenta la presidencia Pro témpore del SICA.
“La dictadura ha demostrado ser incapaz de presentar candidatos que reflejen los principios del SICA. Esto ha sido valorado por los estados miembros, quienes consideran que Nicaragua, bajo Ortega, no actúa en coherencia con los principios del sistema”, dice el opositor Héctor Mairena de Unamos.
El opositor advierte de las posibles reacciones de la dictadura a ese bloqueo como amenazas de cerrar las fronteras. La salida de Nicaragua del SICA, dice, tendría graves consecuencias económicas y comerciales.
“La ruptura de tratados afectaría no solo a Nicaragua, sino también a los estados miembros, Estados Unidos y la Unión Europea”, explica, pero Ortega y Murillo saben que eso no les conviene.
Tres intentos fallidos
Hace tres semanas, el Gobierno que preside Daniel Ortega propuso una nueva terna de candidatos como nuevo secretario general del SICA, encabezada por el excanciller Moncada, e integrada además por la diputada sandinista Arling Patricia Alonso Gómez, y la ministra de la Familia, Johana Flores, luego que dos ternas anteriores presentadas no alcanzaran consenso.
La anterior terna estaba integrada por la diputada Alonso; la ministra del Interior, María Amelia Coronel Kinloch, y la asesora presidencial para temas de salud y exministra de Salud, Sonia Castro, todas sancionadas por Estados Unidos y en el caso de Castro además por Canadá, la Unión Europea, el Reino Unido y Suiza, por violación a los derechos humanos.
La primera terna, presentada el 16 de noviembre de 2023, estaba encabezada por el mismo Jaentschke e incluía a Violeta Irías Nelson, de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, y a la diputada oficialista Irís Marina Montenegro Blandón.
Nicaragua, que ostenta la presidencia temporal de ese organismo, había convocado a una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores del SICA para el pasado 15 de noviembre “con el objeto de avanzar en este proceso”, presentar la nueva terna y entrevistar a los candidatos propuestos por Managua, la cual no se realizó por falta de consenso.
La Secretaría General del SICA se encuentra vacante desde que a mediados de noviembre de 2023 el abogado nicaragüense Werner Vargas renunciara al cargo para el periodo 2022-2026, para el que lo nombraron como propuesta de Nicaragua.