Complicidad en crímenes y corrupción detrás de ampliación de Ortega a mandatos de jefes del Ejército y la Policía
El dictador garantiza continuidad de Julio César Avilés y de Francisco Díaz, quienes lo han acompañado en los últimos años en la represión contra el pueblo, valora Roberto Samcam.
- noviembre 25, 2024
- 02:10 PM
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El dictador Daniel Ortega demostró tener "plena confianza de que no se le van a voltear" los jefes del Ejército y de la Policía al ampliar a seis años sus periodos al frente de ambos cuerpos armados y también arrogarse el derecho de dejarlos en esos cargos de manera indefinida, opinó el mayor en retiro del ejército, Roberto Samcam.
El exmilitar cree que detrás de esa confianza están los hechos de tanto el jefe policial Francisco Díaz como el comandante del Ejército, Julio César Avilés, han participado junto a Ortega en los crímenes de lesa humanidad que el dictador y su esposa Rosario Murillo han cometido contra el pueblo nicaragüense desde las protestas de 2018, incluso, en los abusos cometidos desde antes.
Además, en el caso de Avilés, porque el ejército mantiene negocios corruptos con la venia de la dictadura Ortega Murillo.
"Lo primero que hay que destacar es que (Ortega) tiene plena confianza en ellos, de que no se le van a voltear, porque están embarrados, son cómplices de crímenes de lesa humanidad y porque participan en toda la danza de corrupción, sobre todo el ejército. Hay confianza que no se le va a voltear. Es mejor socio conocido que viejo por conocer", comentó Samcam.
Por su parte, un especialista en temas de seguridad pública, que prefiere el anonimato, indica que se trata de "legalizar las piezas para reforzar la dinastía".
Ortega envió este lunes a la Asamblea Nacional dos inaciativas de Ley con las que pretende ampliar por seis años el periodo del Director de la Policía Nacional y el del jefe del Ejército de Nicaragua.
También, en la reforma de la Policía, Ortega deja abierta la puerta para que su consuegro, Francisco Díaz, ocupe el cargo de director de la Policía de manera indefinidas, con la que cierra el círculo de poder de la dinastía familiar de los Ortega Murillo.
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Protección a Avilés
Samcam considera que el jefe del ejército no es necesariamente del círculo de Rosario Murillo, por lo que Ortega podría estar previendo también protegerlo de las barridas que acostumbra realizar Murillo, como está ocurriendo con el jefe de la Dirección de Investigación para la Defensa (DID), el general Rigoberto Balladares, a quien tienen en “la puerta de salida” y lo piensan sustituir con un amigo de Laureano Ortega Murillo, el segundo jefe de esa instancia, el recién ascendido a general de brigada Francisco Noel Jarquín López.
"Probablemente la Rosario quería despacharse a Julio Avilés y poner a alguien su gente, porque ella se está viendo ya presidente, pero Daniel le corta las alas", expresa Samcam.
Además, recordó el exmilitar, que Avilés está con Ortega, como jefe del ejército, desde antes de 2014, cuando el dictador reformó el Código Militar para mantenerlo en el cargo cuando ya se le había vencido el periodo al frente del cuerpo castrense.
En ese 2014, Ortega también reformó la ley de la Policía, pero el jefe en ese momento no era Díaz, sino Aminta Granera, y lo hizo para supeditar a la Policía directamente a él, y no al entonces Ministerio de Gobernación (Migob), como estaba incialmente en la ley.
Según Samcam, lo que Ortega no quiere es que Murillo barra con quienes son fieles a él, mientras que, tanto Díaz como Avilés, por su parte, se mantendrán fieles mientras el dictador no les quite los beneficios que reciben por ser sus cómplices.
La Policía ha sido utilizada por Ortega para reprimir a los opositores y a la población en general, mientras que Avilés, como jefe militar, ha callado ante el uso de armas de guerra en manos de paramilitares para igualmente reprimir al pueblo.
Además, el ejército es dueño de muchos negocios en el país y tiene monopolio en algunos productos con la venia de la dictadura Ortega Murillo.