La situación de derechos humanos en Nicaragua "es una vergüenza para la humanidad"

Desde diciembre de 2018, cuando la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo expulsó de Nicaragua a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), ningún organismo internacional ha vuelto a fiscalizar desde dentro del país las denuncias de violaciones de derechos humanos que se cometen.

El Comité de Derechos Humanos de la Unión Interparlamentaria Mundial (UIP) es el más reciente organismo al que el régimen Ortega-Murillo ha negado el acceso al país. El 25 de octubre de 2024, la Asamblea Nacional confirmó el rechazo con el argumento de que  sus objetivos y temas no habían sido consultados previamente.

El defensor Gonzalo Carrión considera que ese tipo de bloqueos que impiden cualquier tipo de fiscalización de lo que ocurre dentro del país, es parte del que esquema "represivo y excluyente" que los Ortega-Murillo mantienen desde abril de 2018 y que ha derivado en graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo crímenes de lesa humanidad.

El defensor de derechos humanos recordó que ese 2018 los Ortega Murillo se vieron obligados a admitir el ingreso a Nicaragua de misiones de la CIDH y la ONU porque habían perdido legitimidad, la gente estaba en las calles, habían asesinado a manifestantes y la ciudadanía había establecido un tipo de referéndum al decir "ya basta".

Explica que ante las conclusiones de los expertos internacionales que identificaba al oficialismo como responable de la represión la salida fue la expulsión y la decesióin de no permitir el ingreso de este tipo de organismos.

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Una vergüenza para la humanidad

"Hay muchos lugares (en el mundo) en conflicto que puedo resumir son una verdadera vergüenza para la humanidad. Lo que pasa en Nicaragua, Venezuela, Cuba, con las tragedias que sufren nuestros pueblos, son vergüenza para la humanidad, ofenden a la humanidad, por eso es que se habla de crímenes de lesa humanidad", explicó Carrión.

El defensor lamenta que aunque el régimen Ortega Murillo no tiene el respaldo de la población, pero "decide cuándo vive, cuándo muere una persona, cuándo está libre, cuándo va preso, cuándo desaparece, cuándo ya no puede estar en el país, cuándo lo destierran, lo torturan o lo condenan sin juicio".

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Comunidad internacional no eficaz

La también defensora de derechos humanos Haydée Castillo considera, por su parte, que frente a un régimen criminal como el de los Ortega Murillo, la diplomacia de la comunidad internacional no está siendo eficaz y que para democratizar Nicaragua se necesita necesariamente que se le quite el apoyo económico a los Ortega Murillo de toda las fuentes internacionales que existen, el aislamiento político y diplomático, que se avanze en la justicia internacional y universal y se construya un verdadero bloque opositor

"La característica y el modus operandis de la dictadura Ortega Murillo y el resto de actores que le sostienen, como los partidos zancudos que son su comparsa en la Asamblea Nacional, muestra a la comunidad internacional que este es un régimen que no entiende de solicitudes, de llamamientos, de resoluciones y advertencias. Es un régimen con un nivel de criminalidad tal que los mecanismos del multilateralismo mundial de la diplomacia no están siendo eficaces", comentó Castillo.

La activista defiende la idea de presionar al régimen con el retiro del apoyo económico que proviene de organismos como el BCIE, el BID, el Banco Mundial y el FMI, y de la suspensión del acceso a la riqueza que le general los tratados de libre comercio con Estados Unidos y otros tipos de acuerdos comerciales con la Unión Europea.

Además, Castillo lamentó que la cooperación internacional que aún reciben los Ortega Murillo, no le está llegando al pueblo sino que es usado para afianzar el tejido represor y de clientelismo  de la dictadura.

En ese sentido, indica Castillo, se hace urgente que los Ortega Murillo queden aislados política y diplomáticamente.