Las frases que le costaron la libertad y la vida a Humberto Ortega

La entrevista que concedió al medio argentino Infobae desencadenó la furia de su hermano Daniel Ortega y su cuñada Rosario Murillo.

Las frases que le costaron la libertad y la vida a Humberto Ortega
Humberto Ortega en una imagen de archivo. Despacho 505
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Despacho 505
  • septiembre 30, 2024
  • 04:37 PM

En mayo pasado, el exjefe del Ejército de Nicaragua, el general en retiro Humberto Ortega Saavedra, concedió una entrevista al medio argentino Infobae en la que criticó a su hermano Daniel. Pensó que, como había ocurrido con sus cartas y artículos de opinión, El Carmen pasaría por alto sus declaraciones. Pero no. Poner en duda la sucesión dinástica desató la furia de la pareja de dictadores. Esto es lo que dijo Humberto Ortega. 

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Conciencia profunda

“En mi consideración solamente hay una vía para resolver el empantanamiento del conflicto, que se ahondó en la crisis del 2018. Ese camino es buscar cómo sentar a las partes, altamente polarizadas y llenas de desconfianzas por las acciones mutuas que se recelan y se cuestionan. A todo gobierno se le carga mayor responsabilidad. Que haya conciencia profunda en el actual grupo de poder de la desviación del proceso democrático”. 

Heridas abiertas

“Aquí quedaron muchas heridas abiertas, pero aún así hemos llegado hasta el año 2018, que, mal que bien, funcionaba cierta paz, cierta tolerancia, cierto desarrollo. Algunos han optado por un camino totalitario para imponer un modelo, un sistema que no tiene cabida en Nicaragua. Que nos es viable, lo intentan y fracasan y terminan borrados de la historia”. 

Puntos encontrados 

“Yo no soy enemigo de ninguno, pero tengo puntos de vista muy encontrados de cómo se están haciendo las cosas. El quiebre entre nosotros tiene que ser político, no ideológico. Siendo pragmático, como debe ser un político, se debe dar chance a una apertura política que lleve a una solución real, como fue haber logrado que Daniel Ortega adelantara las elecciones en 1990”. 

Negociación con Estados Unidos 

“Guste o no, ese grupo de poder tiene que buscar negociación con el que permanentemente dicen es el peor enemigo de la humanidad, Estados Unidos, y lo atacan de manera visceral. Con ese tendrán que sentarse, y con ese tendrán que negociar, y con todos los que los adversan y que se odian, en particular los que han quedado beligerantes después de la crisis de 2018. Solo con esos componentes: Estados Unidos, ese grupo de poder radical, y los líderes de la oposición dispersos, e igualmente radicales y sin rumbo, solo con esos se puede buscar una salida”. 

El pecado del Ejército 

“El pecado más grande del Ejército, injusto, que daña su imagen y profesionalismo, fue la tolerancia con civiles armados, en particular con paramilitares, que sus aparatos de seguridad e inteligencia tenían registrados, que sabían dónde estaban, sabían dónde se movían y que, incluso, toleraron que se armasen. Yo no puedo decir que el Ejército los armó”. 

A favor ni en contra 

“No estoy ni en favor ni en contra del gobierno del presidente Daniel Ortega, ni en contra ni en favor de las fuerzas opositoras, estoy en los esfuerzos por mis ideales para una Nicaragua democrática y en paz, mi ética y moral de un antiguo luchador de nobles utopías me obliga en el esfuerzo por ayudar a mi patria a salir de la profunda crisis política que nos agobia, y que retrasa el desarrollo más potente del país”.

Un partido sin repuesto 

“Cuando hay un poder de tipo autoritario, dictatorial como el actual, que depende muchísimo de la figura de un líder que ejerce la Presidencia, ante la ausencia de este, es muy difícil que haya una continuidad del grupo de poder inmediato. ¿Por qué razón? Porque la misma tendencia autoritaria, personalista, verticalista de mandar, ha castrado las correas de trasmisión del partido. El partido actualmente no tiene repuesto”.

Ni Rosario Murillo

“Nadie. Nadie. No quiero mencionar a nadie en particular. Sin Daniel no hay nadie, porque, con todo y todo, Daniel es el único líder, histórico, que aún conserva los créditos de esa lucha. Sin Daniel veo muy difícil que haya unos dos o tres que se junten. Mucho menos uno en particular, y más difícil en la familia. Hijos que no han tenido el acumulado de una lucha política. Ni Somoza pudo establecer a su hijo. Con la ausencia de Daniel sería muy frágil sostener todo lo que hasta ahora ha logrado sostener con gran esfuerzo y con enormes complejidades”.

Tras la muerte de Daniel, el desconcierto

“Ante una ausencia repentina de Daniel Ortega, habría primero un enorme desconcierto e imposibilidad, para mí, de que la parte civil del gobierno y el partido pueda asumir un poder sólido. Las instituciones sandinistas en el gobierno o el partido no tendrían, a mi modo de ver, la capacidad, para llenar ese vacío. Lo único que puede resolver ese vacío, y que no haya una anarquía y un caos en el país es el Ejército. En primer lugar, el Ejército. Coordinado con la Policía Nacional. Y buscar una salida en el corto plazo, quizás un año o menos, para convocar a un proceso electoral, ya sea el programado para el 2026”. 

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