Lula advierte a Ortega: “Brasil es muy grande y no quiere una disputa con nadie”

El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva respondió a los ataques del dictador Daniel Ortega de Nicaragua, quien lo llamó “arrastrado” por no reconocer la supuesta victoria electoral de Nicolás Maduro en Venezuela y reveló que no quiso responderle al teléfono cuando éste llamó a Managua para interceder por la liberación de monseñor Rolando Álvarez en junio del año pasado.  

“Este país es muy grande, Brasil no tiene disputa con nadie, Brasil no quiere una disputa con nadie”, dijo Lula en una entrevista con Rede Mais y Radio Pop. 

Lula contó que su embajador en Managua, Breno de Souza Brasil Días da Costa, fue expulsado por no participar en el acto del 19 de julio por el 45 aniversario de la Revolución sandinista.  

“Yo estuve, yo participé el 19 de julio de 1980 en el primer año de la Revolución, el embajador no fue y luego (Ortega) resolvió pedirle a nuestro embajador que se fuera. Entonces, ¿qué hice? También envié a su embajador lejos. Este comportamiento no lo acepto, no lo acepto”, reiteró. 

Sobre su intento de intermediación para liberar a monseñor Rolando Álvarez en junio del año pasado, Lula recordó que tras su visita a Roma el Papa le pidió que hablara con Daniel Ortega.  

“Yo llamé a Daniel y él inventó 500 mil disculpas para no atenderme así que dejé de intentarlo”, reveló.  

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Los insultos de Ortega a Lula

Esta semana, durante su discurso en la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado del ALBA, Ortega dio por rotas las relaciones entre Nicaragua y Brasil después de tildar como “arrastrado” y servil del gobierno de Estados Unidos a su antiguo aliado y amigo Lula Da Silva.  

“¿Qué te podría decir Lula? ¿Vos cuántos periodos llevas de Gobierno? Dos. Parece que te gusta ser presidente y desde esa presidencia de ese gran país que es Brasil, querés convertirte en el representante de los yanquis en América. Por eso rompimos relaciones con Brasil”, dijo Ortega.

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El pasado 8 de agosto, el régimen de Nicaragua expulsó al embajador de Brasil en Managua y el gobierno de Lula aplicando el principio de reciprocidad expulsó a la embajadora orteguista en Brasilia. 

Desde entonces, las relaciones entre ambos países se daban prácticamente rotas, algo que Daniel Ortega da por hecho, aunque no oficialmente.

“Si querés que te respete, respetame, Lula y no andés ahí de arrastrado”, dijo Ortega a Lula en su discurso televisado desde su residencia en El Carmen, Managua.