Brasil advierte consecuencias por la expulsión de su embajador

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil manifestó este miércoles que están a la espera de la decisión que adopte la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sobre la expulsión de su embajador en Managua, Breno de Souza da Costa, y advirtieron que de ocurrir traerá consecuencias para Nicaragua.

Este miércoles el medio digital Divergente publicó que el régimen Ortega-Murillo dio un plazo de 15 días para que el embajador Souza de Costa abandone el país. La molestia del régimen fue que el diplomático brasileño no asistió a la celebración del 45 aniversario de la Revolución Sandinista.

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Un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil citado por el medio de comunicación Folha, confirmó en condición de anonimato, que desde hace dos semanas la Cancillería brasileña envió una comunicación a su homólogo nicaragüense Denis Moncada, para aclarar la situación del diplomático brasileño, pero que todavía no reciben una respuesta.

El alto funcionario dijo que el embajador de Brasil permanecía en Nicaragua a la espera de la decisión del régimen Ortega-Murillo, pero que su expulsión traería serias consecuencias para Nicaragua, versión que fue confirmada por un interlocutor del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, citado por Folha, quien dijo que recibieron la notificación de parte del régimen, pero que no había un plazo para la salida del diplomático, por lo que vieron la oportunidad de negociar.

El funcionario del gobierno de Lula dijo que la orden para que el embjador de Brasil no participara en el acto del 45 aniversario de la Revolución Sandinista fue dada por el gobierno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.

DESPACHO 505 consultó ayer al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil sobre la situación de su diplomático; sin embargo, expresaron que esa consulta se le tenía que realizar al Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua. Sobre el plazo de los 15 para la salida del diplomático Brasil no se ha pronunciado.

LA MOLESTIA DEL RÉGIMEN

Las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Brasil se enfriaron después que en el 2023 el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, intentara mediar para lograr una salida en la crisis con la iglesia católica de Nicaragua y la liberación de monseñor Rolando Álvarez.

En una entrevista, realizada el 22 de julio, el mandatario brasileño indicó que Ortega no le contesta las llamadas teléfonica desde junio de 2023, cuando el papa Francisco le pidió que intercediera por la situación de monseñor Álvarez, en ese entonces preso político y desterrado en enero del 2024.

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En junio del 2023 Brasil firmó una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que exigían al régimen de Ortega-Murillo el retorno de Nicaragua a la democracia. Ortega denunció la Carta Democrática de la OEA en noviembre del 2021 y su salida se hizo efectiva en noviembre del 2023.