Rosario Murillo celebra la “operación limpieza” en Carazo y vuelve a la carga contra la Iglesia

Rosario Murillo celebró este martes la sangrienta “operación limpieza” de hace seis años en Carazo que acabó con la vida de al menos 22 opositores en siete horas de ataque de paramilitares. La vocera gubernamental también ha vuelto a la carga contra la Iglesia católica y sus obispos que fueron agredidos por turbas orteguistas un día como hoy en la Basílica de Diriamba. 

“El mal gracias a Dios está desterrado de esta patria, desterrado en todas sus modalidades, incluso aquellos que se disfrazaban de religiosos porque un religioso no puede ser malvado. Aquí hemos conocido verdaderos malvados disfrazados de religiosos, pero a nadie engañan”, despotricó la numero dos del régimen.  

Sus ataques verbales llegan después de que monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, diera una entrevista al medio español La Gaceta de Salamanca, en donde dijo que el régimen le quemó su acta de nacimiento y criticó la dureza con que gobiernan Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. 

En la entrevista publicada este martes por el diario español, monseñor Silvio Báez reafirma que la Iglesia católica en Nicaragua está del lado de la ciudadanía. 

La vicepresidenta designada dijo que el odio destruye a las personas, sin mencionar que su régimen mantiene a más de 140 presos políticos en condiciones inhumadas, entre ellos varios adultos mayores. 

“Todo es posible con el poder del amor, el odio destruye, el odio es infame y más infame todavía cuando ese odio salía de las bocas y lenguas que se decían representar a Cristo Jesús. ¡Qué atrevimiento, eso es más maldad todavía!”, expresó Murillo. 

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El 9 de julio de 2018, el cardenal Leopoldo Brenes, monseñor Silvio Báez y el entonces Nuncio Apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag fueron agredidos por turbas orteguistas en Diriamba, un día después de que la ciudad fuera tomada por paramilitares. 

Tergiversa recuerdo de la toma de Carazo en 2018 

Sobre la operación limpieza en Carazo la sancionada funcionaria responsabilizó a sus opositores de causar dolor, cuando fue la misma policía y paramilitares quienes llegaron a Carazo para desinstalar los tranques que se habían levantado en las carreteras en señal de protesta. 

“Tenemos aquí también a Carazo, celebrando después de aquella barbarie que instalaron aquellos que se proclamaban los únicos hijos de Dios, los demás no contaban. Ellos, los demonios, generaron sangre, lágrimas, dolores, sufrimientos intensos en nuestra Nicaragua que creíamos haber ya superado ese sentido de lacra que son algunos”, vociferó. 

Un contingente de al menos 2,000 armados irrumpió en Jinotepe, Diriamba y Dolores la madrugada del 8 de julio de 2018 con licencia para matar. Portaban armas PKM, RPG-7 y hasta granadas. Cortaron la señal de telefonía y se tomaron los hospitales.  

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), calificó el ataque a Carazo como una de las mayores masacres en la historia del departamento, que acabó con la vida de al menos 22 manifestantes en siete horas de ataque. 

Se burla de apátridas 

Rosario Murillo hoy despotricó más de lo normal contra sus opositores. Dedicó al menos 15 minutos de su monólogo en televisión nacional para burlarse de quienes han sido despojados ilegalmente de su nacionalidad nicaragüense, incluidos obispos y sacerdotes.  

“Y el que no se sienta orgulloso de lo que hemos hecho a lo largo de nuestra historia, de cómo hemos resistido para vencer, no tiene patria. Por eso hay algunos apátridas, porque no tienen patria, son lacayos, serviles, esclavos de mente, de conciencia”, comentó.