Ortega prepara la sucesión, sigue Rosario Murillo y después Laureano: “Tenemos que impedirlo”, dicen opositores

El dictador Daniel Ortega está estableciendo una sucesión dinástica al traspasarle poderes plenos a su hijo Laureano Ortega Murillo, Asesor Presidencial para la Inversión, Comercio y Cooperación, para que en nombre de Nicaragua suscriba convenios con la República Popular de China. Es el último de una serie de nombramientos que lo perfilan como el posible sucesor de su padre. 

El politólogo y exaspirante presidencial Félix Maradiaga, sostiene que la de Ortega es parte de ese reducido grupo de dictaduras contemporáneas que aún insiste en imponer a sus hijos en el poder, estableciendo una sucesión dinástica, asfixiando la democracia y perpetuando el autoritarismo.  

“Su empeño en posicionar a su hijo Laureano Ortega como sucesor, no es solo un intento desesperado por asegurar la continuidad de su tiranía generacionalmente, sino también una maniobra para fortalecer su relación con el Partido Comunista de China, a quien ve como un aliado esencial para mantener su régimen”, explica el opositor a Despacho 505. 

Ortega ha colocado a su hijo Laureano al frente de la relación con China en un intento por destacar la importancia de esta alianza en su estrategia de supervivencia política.  

“Este movimiento es un golpe duro a las aspiraciones democráticas de Nicaragua”, advierte Maradiaga, desterrado por la dictadura.  

Cuando un tirano prepara a su descendencia para el trono, perpetúa su régimen de opresión y sella el destino de la sociedad, privándola de la renovación y del cambio necesario para su progreso, agrega. 

Rosario Murillo va primero

Con los poderes de representación cedidos a Laureano Ortega mediante una publicación en el Diario Oficial La Gaceta se evidencia el control absoluto de la dictadura.

“En una sociedad donde se instaura la sucesión dinástica, la meritocracia es aniquilada. El ascenso al poder se convierte en un derecho de nacimiento, no en un reflejo de capacidad y liderazgo. La preferencia de Ortega por Laureano, a pesar de las ambiciones fallidas de Juan Carlos Ortega, es un reflejo de su intención de mantener el control absoluto, utilizando la relación con China como pilar fundamental de su estrategia", explica el politólogo.

Esta estrategia, continúa, pasa primero, seguramente, por la aspiración de que Rosario Murillo asuma el poder en el escenario de una ausencia de Daniel Ortega.

El plan de Murillo será a su vez preparar el camino a Laureano. "Ese plan ya está en marcha y tenemos que hacer todo lo posible por impedirlo”, dice Maradiaga.

El opositor además señala que las bases sandinistas estarán inconformes con la designación de Laureano -conocido como el chigüín-.

“Las bases del sandinismo enfrentarán grandes dificultades para aceptar la sucesión de Laureano, ya en marcha. La comunidad internacional debe reconocer y condenar estos intentos de sucesión dinástica. Es imperativo oponernos con firmeza a esas maniobras de Ortega y su clan. Solo así se podrá romper el ciclo de opresión y abrir el camino hacia un futuro más justo y democrático para Nicaragua”, indicó Maradiaga.

Construyen perfil político de Laureano

La joven opositora Alexa Zamora cree que al otorgar poderes plenos a Laureano la dictadura pretende construirle el perfil político para las aspiraciones dinásticas.

“Eso es parte de la estrategia que Daniel Ortega y Rosario Murillo ha venido implementando para construir el perfil político a nivel nacional e internacional de quien creen va a ser su sucesor en el poder. No podemos obviar el hecho de que ya hace varios años Laureano Ortega ha fungido un papel relevante en los negocios del régimen a través de Pro Nicaragua”, recuerda. 

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Laureano Ortega ya ha estado manejando negocios y asociaciones con los rusos, estuvo en las negociaciones sobre la fallida puesta en marcha del canal con Wang Jing.