Monseñor Báez: “Una dictadura tan inhumana y tan cruel como la de Ortega no tiene futuro”

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua asegura que el papa Francisco le “suplicó” abandonar Nicaragua para no tener otro sacerdote mártir en Centroamérica. También reafirma que la Iglesia sigue del lado del pueblo.

Silvio Báez afirma que “una dictadura tan inhumana y tan cruel” como la de Ortega “no tiene futuro”
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua.
default.png
Despacho 505
  • julio 09, 2024
  • 11:42 AM

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, criticó con dureza al régimen de Daniel Ortega y criticó que "una dictadura tan y tan cruel no tiene futuro", aunque reconoció que no sabe "cuándo acabará". 

“El país se está cayendo a pedazos y el pueblo está sufriendo un calvario. Creo que están entrando en la etapa final y el papel de la Iglesia es dar esperanza y acompañar al dolor del pueblo”, dijo el prelado cuando fue consultado por el futuro de Nicaragua en el medio de comunicación español La Gaceta de Salamanca.

Báez se encuentra en Salamanca, España, como invitado de los frailes carmelitas para predicar la novena del Carmen y allí fue abordado por el medio que también le preguntó sobre su exilio forzado y posterior despojo de nacionalidad por parte del régimen Ortega-Murillo en 2023.

El prelado contó que en 2019, tras recibir amenazas de muerte, el papa Francisco le “suplicó” que dejara Nicaragua y por eso se vio forzado al exilio.

LEA: El Ministerio del Interior aprueba personería jurídica a otra asociación de chinos

Báez relató que Francisco literalmente le exclamó que “no quería otro obispo mártir en Centroamérica”.  El religioso, que  ha continuado su labor pastoral desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, también exrpresó que aunque aceptó la orientación del Papa, que para nada fue un mandato, ha sufrido muchísimo el tiempo que lleva en el exilio.

“Yo nunca hubiera salido de mi país si no por obediencia al Santo Padre. Obedecí dolorosamente tras un largo diálogo con él. No fue un mandato y una obediencia ciega. Fue dialogada, pero al final obedecí. Yo le hice ver todas las razones por las que convenía que yo me quedara, pero el papa Francisco con mucho cariño, como un hermano mayor al final ya me dijo en lenguaje argentino: ‘Hacedme caso hijo, yo sé lo que te digo no quiero otro obispo mártir’. Agarrándome el brazo con mucho cariño, finalmente obedecí llorando y dejé mi país en el año 2019”, relata Báez.

Un “estorbo” para la dictadura

El jerarca católico, que en los últimos meses guardaba silencio sobre la crisis en el país, también relató que comenzó a ser un "estorbo" para Ortega y Murillo desde que regresó a Nicaragua en 2009, como obispo auxiliarde Managua, luego de 30 años de vivir fuera. Báez fue nombrado en ese cargo por el entonces papa Benedicto XVI, y cuenta en la entrevista que aunque para entonces no era conocido, pronto fue identificado como un “obstáculo”. “Empezaron los ataques y las acciones contra mí que fueron creciendo… primero fueron a nivel verbal, pero en el año 2018 las cosas se volvieron más complicadas”, cuando en el país estallaron las protestas antigubernamentales que fueron reprimidas con fuerza letal y la Iglesia decidió abrir las puertas de los templos católicos para proteger a los ciudadanos.

Según Báez, que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se pusiera a la par de las víctimas, ser mediadores del fallido diálogo y permitir que las iglesias funcionaran como hospitales para atender a los heridos en las protestas “hizo que el gobierno enfilara su odio, sus armas y su persecución”.

“Contra mí empezaron amenazas de muerte directamente desde el gobierno a través de sus operadores políticos. Lo que llevó al papa Francisco, preocupado por la integridad física de mi persona,  pedirme en el año 2019 que abandonara el país”, relató.

LEA: “Operación limpieza” en Carazo, “una huella imborrable” en la historia de Nicaragua

Sobre su declaratoria como apátrida por parte de la dictadura Ortega-Murillo, Báez también se mostró dolido y, por primera vez, reveló que en su caso el régimen llegó al extremo de quemar su partida de nacimiento.

“Hace dos años la dictadura de Daniel Ortega nos arrebató la nacionalidad. Nos despojó de ella y nos dejó en condición de apátridas. En mi caso particular quemaron mi partida de nacimiento. No he existido. Sí quisiera aprovechar para decir que agradezco al Gobierno español la generosidad en ofrecernos la nacionalidad española”, manifestó el jerarca.

Báez, junto a más de 300 nicaragüenses, fue declarado apátrida en febrero de 2023 mediante un proceso ilegal, según han denunciado organismos defensores de derechos humanos. La egislación internacional prohíbe “la privación arbitraria de la nacionalidad por motivos raciales, étnicos, religiosos o políticos”.

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar