Rosario Murillo amenaza a opositores: “Cuídense”

La sancionada Rosario Murillo Zambrana, número dos de la dictadura en Nicaragua, cargó nuevamente este viernes contra los opositores que se encuentran en condición de exilio o destierro y que piden apoyo internacional para conseguir el retorno de la democracia al país.

"Les decimos a todos los que viven hurgando, para desear males, les decimos, cuídense, porque el que desea mal, recibe mal", amenazó la funcionaria que esta vez se refirió a sus adversarios como "huestes malignas".

La sentencia pública lanzada por Murillo en cadena de radio y televisión oficialista coincide con una gira de visibilización a la crisis de Nicaragua que ha emprendido una comitiva de la agrupación Monteverde como parte de las acciones dirigidas a presionar a la dictadura y en correspondencia con la estrategia para regresar al país a la democracia definida en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, celebrada la semana pasada en Paraguay.

La delegación de Monteverde busca que los gobiernos de América implementen medidas de aislamiento al régimen sandinista que contribuyan a buscar una salida a la grave situación de supresión de libertades en el país.

Esta semana, el organismo Raza e Igualdad también interpeló de manera directa a instituciones financieras internacionales para que corten los préstamos y desembolsos que desde 2018 oxigenan al régimen sandinista que ha sido señalado en múltiples informes de cometer crímenes de lesa humanidad contra la ciudadanía.

Este viernes desde Managua, Murillo reclamó respeto para "los caminos que elegimos los pueblos", lo que sería una alusión a la resolución de la 54 Asamblea de General de la OEA que demanda el fin de la represión en el país e instó a los países a elevar la presión con ese objetivo. 

“Lo que uno desee a otro en términos de maldad, en términos de cultura, de miseria humana, eso retorna es ley de la vida, uno debe cuidarse por inteligencia, por sensibilidad y por espiritualidad, para desear que todos los seres humanos en el mundo entero evolucionemos y tratemos de ser lo mejor posible para hacer lo mejor posible, entendernos, trascender y sobre todo alcanzar la paz”, sentenció.

"Y bueno, siempre habrá quienes, en el caso nuestro, de Nicaragua bendita es siempre libre, ya no sean nicaragüenses. El otro día decíamos apátridas, mentecatos, y miserables, ¿y con esa escasa o nula calidad humana, qué se puede hacer? Bueno, creo que siempre se puede aprender y trascender, ojalá, ojalá, pero sépanlo ¡Con Odio Nunca Más!", sentenció la funcionaria.

Murillo destinó más de 10 minutos del discurso que dirige cada mediodía para hablar de paz y amor para cargar contra los críticos a su régimen y, de manera particular, atacó nuevamente a la Iglesia católica.

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Sin mostrar prueba, acusó a los sacerdotes que en 2018 jugaron un papel importante en la mediación y la defensa de los derechos de los manifestantes detenidos por la Policía y paramilitares durante las protestas antigubernamentales, de promover asesinatos y torturas.

“El cristianismo nos mandata a amarnos los unos a los otros, no a odiarnos. El cristianismo nos mandata a querernos los unos a los otros, no a destruirnos, no a quemarnos vivos, no a torturar y a transmitir en las llamadas redes sociales a personas torturando”, expresó.

"¡Cuánta gente supimos que hasta los ojos le arrancaron! Y gente vinculada a sectores religiosos, le arrancaron los ojos a algunos compañeros", acusó.

En ninguno de los informes de organismos defensores de derechos humanos locales, ni internacionales hay registros de las torturas que este viernes achacó a los manifestantes. Tampoco existe documentación en la Comisión de la Verdad que fue creada por el régimen para supuestamente tratar de esclarecer los crímenes de 2018, pero actuaron de forma parcializada.

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Este jueves, Rosario Murillo también arremetió contra los opositores nicaragüenses a los que llamó “ apátridas mentecatos” y “miserias humanas” por pedir sanciones contra su régimen.

“Los enemigos de la paz hablando siempre en contra de los derechos del pueblo nicaragüense y de la justicia que merece las familias nicaragüenses”, dijo al referirse a los nicaragüenses que han sido desterrados, despojados de la nacionalidad y confiscados.