Estados Unidos se muestra abierto a un diálogo con Ortega y pide la liberación de los presos políticos

Estados Unidos ha demandado hasta en tres ocasiones la libertad de los presos políticos en Nicaragua este jueves durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se mostró abierto a un diálogo con la dictadura de Daniel Ortega para abordar este y otros temas de interés.  

El subsecretario de Estado para Gestión y Recursos de Estados Unidos, Richard R. Verma, jede de delegación en esta Asamblea General dijo durante la primera plenaria que su país continúa comprometido con la defensa de los prisioneros políticos que están detenidos injustamente en Nicaragua.  

Después, durante una conferencia de prensa reiteró el llamado a la dictadura para liberar a los más de 130 políticos, incluidos opositores, líderes religiosos y defensores de derechos humanos.  

“Esperamos la liberación de los presos políticos”, insistió. 

MÁS NOTICIAS | La OEA aprueba una resolución que pide “acciones” contra la dictadura en Nicaragua

Luego, fue Brian Nichols, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, quien pidió la liberación de todos los detenidos y se mostró abierto a un diálogo con la dictadura.  

“Siempre estamos abiertos al diálogo, sin embargo, no hemos visto la voluntad de hacer cambios reales en Nicaragua. Estamos atentos a esa posibilidad y urgimos la liberación de todos los presos políticos y la libertad de expresión”, dijo. 

Apoyo a la resolución

Estados Unidos copatrocinó una resolución sobre Nicaragua aprobada este jueves en la Asamblea General en la que instan a los países miembros a emprender “acciones” por el restablecimiento de la democracia y el Estado de derecho en el país.  

“Nosotros apoyamos esta resolución que demuestra que la OEA no se ha olvidado de la gente de Nicaragua. Vamos a continuar denunciando lo que sucede en Nicaragua, lo que está haciendo régimen, que está haciendo daño a la gente”, explicó el subsecretario Verma. 

La resolución fue aprobada por aclamación, es decir, sin ningún voto en contra, algo inusual en los procedimientos de la OEA. A criterio de expertos y opositores, esto evidencia el aislamiento de la dictadura de Daniel Ortega y el consenso generalizado sobre la grave situación política y de derechos humanos en Nicaragua.   

“Instar a los Estados del hemisferio a redoblar sus esfuerzos por facilitar, por medio de acciones individuales o colectivas, el cese de la violación a los derechos humanos, poner fin a la persecución ideológica ya sea política o religiosa, la recuperación de las instituciones democráticas y del Estado de derecho en Nicaragua”, indica la resolución.