Bukele se lava las manos en la resolución de la OEA contra la dictadura Ortega-Murillo

La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó esté jueves una resolución que llama a los Estados democráticos a tomar acciones invidivuales o colectivas contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en un intento más por frenar la tiranía y regresar a Nicaragua a la democracia. No hizo falta una votación. El texto llegó al cónclave que esta semana sesiona en Asunción, Paraguay, con el respaldo de todos los gobiernos democráticos que ven con alarma lo que ocurre en el país. 

La mancha en esta nueva sacudida al régimen desde el organismo hemisférico la ha dejado en dos líneas el gobierno de Nayib Bukele en las que práctimente se lava las manos: "La República de El Salvador reafirma su posición de principios en materia de derecho internacional, en el sentido de no intervenir, ni tener injerencia en los asuntos internos de otro Estado", dice una nota a pie de página.

Esa anotación no ha pasado por alto entre excarcelados, liderazgos de oposición y miembros de la sociedad civil nicaragüense que han llegado a la capital paraguaya a hacerse escuchar, siendo ellos mismos -todos exiliados y con una historia como víctimas del régimen de terror que impone Ortega y Murillo- pruebas vivas de lo que sucede en la Nicaragua actual.

"Es una verguenza que El Salvador haya dejado ese pie de página sabiendo que los organismos internacionales como la ONU han demostrado que Daniel Ortega es un violador de derechos humanos y que ha cometido crímenes de lesa humanidad", reaccionó el presidente de Unamos, Luis Blandón, quien es parte de una veintena de nicargüenses que asisten a la 54 Asamblea General.

Blandón tilda de "absurdo" que Bukele, basado de la no injerencia, "no abandere la defensa de los derechos humanos". Los abusos y supresión de libertades como los que comete Ortega en Nicaragua es algo que no se debe ver con tintes políticos ni ideológicos, rebate el líder político.

La nota en la resolución sobre la crisis de Nicaragua, también alerta de "un giro" de El Salvador a favor de la dictadura de Nicaragua que antes se ha referido a él como "compañero". Para Blandón,  "Nayib Bukele va encaminado a ser un autoritario como lo es Daniel Ortega: un dictador" y la postura adoptada en la OEA respecto a la crisis de Nicaragua es una señal más.

El exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, también tacha de "vergonzosa" la postura adoptada por el Salvador.

"El Salvador insiste en la OEA que nadie debe meterse en los crímenes de lesa humanidad del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega. Un quid pro quo vergonzoso", reprochó el exdiplomático que tras desertar del régimen se ha convertido en un duro crítico.

Llamado a redoblar esfuerzos contra los Ortega-Murillo

La resolución de la OEA contra el régimen Ortega-Murillo, insta a los Estados del hemisferio a "redoblar sus esfuerzos por facilitar, por medio de acciones individuales o colectivas, el cese de la violación a los derechos humanos, poner fin a la persecución ideológica ya sea política o religiosa, la recuperación de las instituciones democráticas y del Estado de derecho en Nicaragua”.  

Este texto es considerada relevante por dos motivos. El primero es la decisión de la OEA de mantener a Nicaragua en punto de mira e interés pese a que desde noviembre de 2023 decidió abandonar el órganismo por considerarlo parcializado e injerencista.  En segundo lugar, porque ha sido aprobado por aclamación y no por votación. Este hecho es una demotración contundente del aislamiento de Orteg", valoró el excarcelado político Juan Sebastián Chamorro demuestra un contundente 

La resolución toma en consideración que, pese a que Nicaragua se ha desligado de la OEA continúa obligada por las normas de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y demás instrumentos y normas internacionales. 

Además, recuerdan que la crisis democrática y de derechos humanos en Nicaragua “afecta la estabilidad y la seguridad de otros países en la región”.