La amistad de Ortega con los talibanes amenaza la seguridad hemisférica y lo expone a sanciones más duras de EEUU

La relación de Daniel Ortega con los talibanes de Afganistán "no resulta extraña" para analistas que toman en cuenta el "factor común de la tiranía" entre ambos regímenes, pero no dejan de señalar que se trata de un paso dañino para Nicaragua

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  • junio 24, 2024
  • 11:04 AM

Daniel Ortega ha sumado a los talibanes a la lista de nuevos "amigos" de Nicaragua. El establecimiento de relaciones diplomáticas con el Emirato Islámico de Afganistán "no resulta extraño" para algunos analistas que toman en cuenta el "factor común de la tiranía" entre ambos regímenes, pero no dejan de señalar que se trata de un paso dañíno, pues se está vinculando al país con una organización reconocida como terrorista. 

Para el politóligo y desterrado político, Félix Maradiaga, el acercamiento a los talibanes "no es un caso aislado". Hace parte de las alianzas que el régimen sandinista ha formalizado por la vía diplomática con otros países con los que comparte el modelo autoritario que impone en Nicaragua, entre ellos Uganda, Eritrea, Siria y Zimbabue.

"Todos estos países comparten un denominador común: un control centralizado del poder, limitación de las libertades individuales y políticas, y constantes críticas por sus violaciones de derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión, prensa y reunión", añade Maradiaga.

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Como estrategia, Maradiaga dice que este grupo de países podrían ser útiles al régimen de Ortega para sortear el progresivo aislamiento internacional que sufre desde 2018. Así lo explica: "Ortega busca apoyo en regímenes distantes de la realidad económica y social de Nicaragua, sin ningún peso comercial significativo para nuestro país. Sin embargo, lo que estos países sí ofrecen es un voto en la Asamblea General de la ONU. Esta es una jugada estratégica de Ortega para obtener respaldo en foros internacionales, aun cuando su régimen enfrenta un creciente aislamiento y una falta de interés real por parte de gobiernos que valoran la democracia y los derechos humanos".

La exguerrillera y deterrada política, Dora María Téllez, cree que esta alianza es parte de la estrategia de provocación y venganza de los Ortega Murillo contra Estados Unidos, y, para ello, utilizan la política exterior que también han empleado para facilitar la migración irregular hacia ese país en momentos en que busca aliviar la presión que se vive en la frontera con México.

Téllez, considera deplorable el establecimiento de relación con los talibanes. No obstante, dice que es un acercamiento  absultamente lógico pues se trata de "dos regímenes de terror".

Ortega se arriesga a nuevas sanciones

El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, coincide en que Ortega ha llevado a otro nivel su provocación a Estados Unidos, pero con ello se pone en riesgo de nuevas y más duras sanciones.

"Nicaragua es ahora candidato potencial a sanciones vinculadas al terrorismo. Afganistán es gobernado por un régimen terrorista. Estados Unidos ha determinado que los talibanes son Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT) según la Orden Ejecutiva (E.O.) 13224", dijo McFields.

El exdiplomático y crítico del régimen Ortega-Murillo, considera que toda la región centroamericana "debería estar alarmada y no guardar silencio" por la cercanía de la dictadura nicaragüense con Afganistán.

El opositor Félix Maradiaga advierte que "Daniel Ortega está dispuesto a sacrificar los intereses de los nicaragüenses para mantenerse en el poder y desafiar a Occidente".

"Debemos ser claros: esta alianza con los talibán y otros regímenes autoritarios no solo socava aún más la imagen internacional de Nicaragua en términos de derechos humanos y democracia, sino que también representa un abandono total de los valores y el bienestar de Nicaragua", añade Maradiaga.

El opositor subraya que todas las amistades peligrosas que acuerpan al régimen de Managua, reflejan su "fascinación" por modelos autocráticos y una política deliberada de aislamiento de los sistemas democráticos occidentales. "Son acercamientos claramente motivados por una visión personalista de la dictadura familiar, sin ningún interés real en poner los intereses de la ciudadanía por encima del fanatismo y las estrategias políticas", sostiene.

Murillo anunció amistad con los talibanes

El viernes pasado, la vocera Rosario Murillo anunció la apertura de relaciones diplomáticas con el Emirato Islámico de Afganistán, gobernado por los talibanes desde 2021. Dijo que el régimen había designado como embajador de Nicaragua en Afganistán a Michael Campbell, hijo de Francisco Campbell, y actual embajador de Nicaragua en China.

El régimen taliban, que tomó el poder en 2021, es considerado una organización terrorista y Nicaragua se convierte en el único país en el continente americano y el quinto a nivel mundial en establecer las relaciones diplomáticas con este.  

Este domingo, el gobierno de facto de los talibanes celebró la decisión de la dictadura sandinista de designar a un embajador en Afganistán y lo consideró como un paso positivo que esperan seguir ampliando.

McFields instó a los gobiernos de Centroamérica a pronunciarse sobre la decisión de Daniel Ortega de aliarse con un régimen terrorista. 

"Países como Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá deberían encender sus alertas y pronunciarse. Nicaragua esta abriendo las puertas de par en par a un estado terrorista, que desprecia la libertad, la democracia y los derechos humanos", dijo McFields en un artículo de opinión publicado en PanamPost.

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