La Policía Orteguista rodea las casas de la mamá y un hijo de Rafael Solís

El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Rafael Solís denunció que la Policía de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene rodeadas las casa de seguridad donde permanecía su madre, Rafaela Cerda, y la de su hijo Rafael Ernesto Solís.

En cada una de las casas ubicadas en Managua hay cerca de 10 patrullas policiales, un operativo similar al que han desplegado contra el exjefe del Ejército y hermano de Daniel Ortega, Humberto Ortega, dijo Solís quien era la máxima figura del Poder Judicial hasta enero de 2019, cuando decidió apartarse de la dictadura e irse al exilio.

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La buscaban desde la noche del jueves

Solís señala que desde anoche, jueves, buscaban a su mamá y que es claro que se trata de una represalia porque habló de la vía armada como una de las opciones que existen para salir de la dictadura Ortega Murillo.

"Solo queda la vía (armada) la que a nadie le gusta por los costos que tiene, es la que se ha usado en la historia de Nicaragua desde la independencia", declaró el exmagistrado este jueves.

El exjudicial tiene la esperanza de que a su mamá, de 93 años de edad, no se la lleven presa. "Eso nunca se ha visto", dijo, refiriéndose a que las personas de la tercera edad no se les encarcela.

Aunque admitió que existe la posibilidad de que a su progenitora puedan desterrarla en los próximas horas o días, ya sea a Costa Rica, donde él está exiliado, o a Miami.

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La entrevista

En la entrevista en la que Solís habló de la vía armada, también mencionó, como opciones para salir de la dictadura, presiones económicas como sacar al régimen de los tratados de libre comercio y también diplomáticas, en el sentido de que los países democráticos rompan relaciones con los Ortega Murillo.

Solís es de la idea de que, tras llamar traidor a la patria a su hermano Humberto Ortega, Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo acabaron con cualquier posibilidad de resolver la crisis existente desde 2018 a través de un diálogo.

Tampoco ve a los dictadores realizando elecciones libres y transparentes, sino que visualiza a Murillo tomando el poder después de que Ortega fallezca y el Ejército apoyándola. 

El exjudicial se exilió en Costa Rica en enero de 2019 y desde ese país vecino emitió una carta diciendo que no apoyaba los asesinatos propiciados por Ortega y Murillo durante la represión de las protestas de 2018.

Sus antiguos amigos lo desnacionalizaron, lo despojaron de su título de abogado, le confiscaron todos sus bienes y ahora tienen rodeados a su madre y a uno de sus hijos.