Los cónsules honorarios en Nicaragua serán solo personas extranjeras

Ningún nicaragüense podrá ser cónsul honorario de otro país en Nicaragua. Así lo ha decidido dictador Daniel Ortega al prohibirlo a través de un acuerdo presidencial que publicó este viernes en La Gaceta, Diario Oficial.

"Únicamente podrá otorgarse el consentimiento para admitir como cónsul honorario de otro Estado en Nicaragua, a personas que no sean nicaragüenses, nacionales o nacionalizados", reza en su parte principal el acuerdo presidencial 72-2024.

En la resolución, Ortega también deja sin efecto los acuerdos presidenciales mediante los cuales ha otorgado reconocimiento a las Letras Patentes de de cónsules honorarios nicaragüenses, nacionales o nacionalizados, y que representan a otros estados en Nicaragua.

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Justificación

La justificación de Ortega, para dicha medida, es que la Convención de Viena sobre relaciones consulares, que Nicaragua ratificó, "expresa que las relaciones consulares entre Estados se efectúan por consentimiento mutuo".

Además, el acuerdo publicado en La Gaceta, Diario Oficial, refleja que "los funcionarios consulares habrán de tener en principio la nacionalidad del Estado que envía y que no podrán nombrarse funcionarios consulares a personas que tengan la nacionalidad del Estado receptor, excepto cuando este otorga el consentimiento".

Ortega también menciona en su acuerdo que la Constitución Política lo mandata a sostener relaciones internacionales amistosas y de solidaridad "entre los pueblos".

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Irrespeto a la diplomacia

A Ortega lo han identificado como un mandatario que no respeta la diplomacia, especialmente después de expulsar del país a la Organización de Estados Americanos (OEA) y de suspender unilateralmente las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

En agosto de 2023, Ortega despojó de sus reconocimientos a nueve cónsules honorarios, a los que también les envió a policías para que los despojaran de sus escudos y placas diplomáticas, según reportes periodísticos. Otros medios informaron que los cónsules honorarios eran miembros destacados del empresariado nicaragüense.

Algunos de estos cónsules eran representantes de países como Malta, Noruega, Rumania, Dinamarca y Seychelles.