Padre Benito Martínez a la Conferencia Episcopal: "Han vuelto los ojos hacia otras direcciones en un silencio cómplice y cobarde"

El padre Benito Martínez deploró la postura de algunas instituciones y países de América Latina que "han vuelto los ojos hacia otra dirección" ante las graves violaciones de derechos humanos que viven los nicaragüenses por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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  • mayo 16, 2024
  • 02:28 AM

En un duro discurso contra la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el padre Benito Martínez, fustigó la tibiesa con la que la jerarquía del máximo órgano católico en el país ha manejado los ataques de la dictadura Ortega-Murillo contra los obispos y sacerdotes.

Martínez, quien ayer recibió el Premio a la Libertad 2024 que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorgó a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, lamentó "el silencio cómplice y cobarde" de los obispos que conforman la Conferencia Episcopal.

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También deploró la postura de algunas instituciones y países de América Latina que "han vuelto los ojos hacia otra dirección" ante la graves violaciones de los derechos humanos que viven los nicaragüenses por los abusos cometidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.  

"Yo les suplico en nombre de Dios, en nombre de la Iglesia en Nicaragua, en nombre de todos los nicaragüenses: No engrosemos la lista de países, instituciones, de conferencias episcopales de América Latina y del mundo, de personajes, que en esta hora difícil y amarga que vivimos los nicaragüenses, han vuelto los ojos hacia otra dirección, en un silencio cómplice y cobarde, del cual habríamos deseado estuvieran exentos los obispos que conforman la Conferencia Episcopal de Nicaragua", dijo el padre Martínez.

Votear a la mirada a Nicaragua

Martínez pidió a las organizaciones y países con "vocación democrática" que vuelvan la mirada hacia la iglesia y el pueblo de Nicaragua que sufren las graves violaciones de los derechos humanos y de libertad religiosa.

"Elevamos nuestra voz a las organizaciones y países con vocación democrática, para que vuelvan su mirada hacia la iglesia y pueblo de Nicaragua, donde se han violado todos los derechos humanos, comenzando por la dignidad a la persona y su derecho a libre ejercicio de sus creencias”, afirmó Martínez.

El Instituto Republicano Internacional (IRI), entregó ayer el Premio a la Libertad 2024 a monseñor Álvarez en reconocimiento a su labor religiosa a favor de la libertad y la democracia del pueblo nicaragüenses. Álvarez fue secuestrado y encerrado injustamente por más de 500 días, condenado por los supuestos delitos de traición a la patria, difusión de noticias falsa y desacato a la autoridad, este último delito por negarse aceptar el destierro el 9 de febrero del 2024.

“Como sacerdote, como nicaragüense y como compañero de la misma lucha y de cárcel, es para mí un verdadero gusto y una profunda satisfacción, haber sido distinguido para recibir este alto reconocimiento, a uno de los hombres más sobresalientes en la lucha por los derechos humanos, la libertad religiosa en América Latina en los últimos años, el excelentísimo señor obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos”, dijo Martínez al recibir el premio en nombre del obispo de Matagalpa.

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Dedicado a los mártires del 2018

El padre Martínez dedicó el premio de monseñor Rolando Álvarez a los niños, a los jóvenes, y estudiantes que ofrendaron sus vidas no solo en la masacre ordenada por el dictador Daniel Ortega en el 2018, a los desterrados políticos, y a los jóvenes que murieron en la guerra civil de la década de los 80.

"Lo recibo (el reconocimiento), a nombre de los más de 75.000 adolescentes y jóvenes que murieron llevados a la fuerza a la guerra en el primer periodo de desgobierno sandinista, entre los años 1980 y 1990, a nombre de los 222 prisioneros políticos que fuimos expulsados, confiscados y desnaturalizados (…) a nombre de los más de 120 sacerdotes, religiosos, religiosas y monjas, que hemos sido desterrados y a quienes se nos impide regresar a esa patria que nos vio nacer”, dijo el sacerdote.

Agregó que en las protestas del 2018, "hasta niños ofrendaron sus vidas en la cruel masacre del 2018. 360 nicaragüenses murieron buscando libertad para nuestra Nicaragua, buscando un presente y un futuro lleno de libertad, democracia y de respeto a la dignidad humana".

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