Daniel Ortega queda con el camino libre para "vender el gran canal" al mejor postor

La cancelación de la concesión del Gran Canal Interocéanico al chino Wang Jing, concretada este miércoles con la derogación de la Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense Atingente a El Canal, Zonas de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas (Ley N° . 840),  no debe interpretarse como un triunfo. Si bien es una admisión del fracaso del proyecto estrella por parte del dictador, con esta maniobra Ortega estaría buscando sacar más provecho económico a la obra canalera y entregarle la concesión a otro inversionsista, advierten líderes opositores y activistas ambientales consultados por DESPACHO 505.

Ortega ordenó a sus diputados reformar la Ley del régimen jurídico de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua (Ley 800), que creó la Autoridad del Gran Canal Interoceánico, y derogar la Ley 840, con la cual le entregó una "concesión onerosa, arbitraria y violando las leyes" a su socio chino, dice el presidente de la ilegalizada Fundación del Río, Amaru Ruiz.

"(La derogación de la Ley 840) representa un éxito de las comunidades indígenas, afrodescendientes, de toda la sociedad civil que luchó por más de 11 años, y que provocó que hoy algunos estemos en el exilio, pero hay que seguir atentos por lo que está detrás del régimen, estar alerta, porque sigue vigente la Ley 800", expresó Ruiz.

El ambientalista dice que no hay que perder de vista que con la reforma de la Ley 800, la dirección de la Autoridad del Gran Canal está totalmente en manos del régimen y "podría haber otra concesión a los nuevos mercados con el tratado de libre comercio (TLC) con China, para cambiar la dependencia que tiene Nicaragua del mercado estadounidense", . 

"Hay que estar alerta de lo que está detrás del régimen", insistió Ruiz.

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Ortega quiere "otra tajada"

El líder opositor y excarcelado político Juan Sebastián Chamorro también opina que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo reconoció "el fracaso del sueño que le quiso vender a los nicaragüenses y al mundo entero con el canal interoceánico de Wang Jing", pero tampoco cree que deba verse como una victoria.

Según Chamorro, la Autoridad del Gran Canal "queda viva" a pesar de que con la reforma se "achica" la junta directiva, eliminando a un delegado presidencial y colocando al ministro de Transporte e Infraestructura. Igualmente, elimina al vicepresidente, que anteriormente era el ministro de Recursos Naturales y lo sustituye por un delegado de la Costa Caribe. Y establece la figura de un tercer secretario.

"La concesión todavía queda vigente, lo que se dio es la eliminación de la concesión misma a Wang Jing, pero queda abierta con la Ley 800 la posibilidad de confiscaciones y concesiones a un tercero y esto probablemente es lo más relevante del caso. ¿Por qué lo está haciendo Ortega en este momento?, muy seguramente porque ya tiene a quien sacarle otra tajada", valora Chamorro.

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Subordinación a los chinos

Otro líder opositor y exguerrillero sandinista, Moisés Hassan, considera que la nueva movida de Ortega denota que está recibiendo "instrucción del gobierno chino", para que los chinos siempre tengam incidencia en el proyecto canalero, aunque ya no sea a través de Wang Jing.

Hassan considera que Ortega no sabía que Wang Jing era un estafador, sino que en su momento le otorgó la concesión porque "se subordina a los chinos".

"Ortega no hace alianzas, sino que entrega la soberanía del país y lo pone en manos de sus amos, sean chinos, rusos o lo que sea", sostiene  el disidente sandinista.