Las potencias del G7 piden fin de la represión y elecciones libres en Nicaragua

La cumbre de los ministros de Exteriores del G7, el bloque de países más ricos y poderosos del planeta, cerró este viernes con un contundente llamado al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a poner fin a las violaciones de derechos humanos y a la represión generalizada en Nicaragua.

“Hacemos un llamado al Gobierno de Nicaragua para que ponga fin a sus violaciones de derechos humanos, así como a la represión generalizada y las violaciones y abusos relacionados contra la sociedad civil, los pueblos indígenas, los académicos, los estudiantes, la prensa independiente y los actores políticos y religiosos”, expresaron en una extensa declaración conjunta que pone la mirada en los principales desafíos globales, entre los que han incluido la crisis nicaragüense. 

El G7, integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos junto al  Alto Representante de la Unión Europea, renovaron en ese documento el “compromiso de defender la norma, del derecho, los principios humanitarios y el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas, y a proteger los derechos humanos y la dignidad de todas las personas”.

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Como parte de ello, acordaron “tomar medidas colectivas para preservar la paz y la estabilidad y abordar desafíos globales como el cambio climático, la contaminación, la pérdida de biodiversidad, la salud global, la educación, la desigualdad de género, la pobreza, la inseguridad alimentaria y la desnutrición, el extremismo violento y el terrorismo, la integridad de la información y una transición digital que respete, proteja y promueva los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

En el caso de Nicaragua, se centraron en un llamamiento al retorno a la democracia, lo que, señalan, debe comenzar por el fin de los métodos represivos y los abusos a los que ha recurrido el régimen en los últimos seis años para atornillarse en el poder. 

En ese mismo sentido, el G7 insta a Ortega y Murillo, “a liberar inmediata e incondicionalmente a todos los presos políticos y cumplir con sus obligaciones internacionales”. Al menos 138 ciudadanos continúan como prisioneros políticos del régimen  Ortega-Murillo, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el documento divulgado este viernes por el G7, en el último día de la cita celebrada en la isla italiana de Capri, también incluyen una condena a la violenta persecución contra la sociedad civil y a las organizaciones religiosas que ha conllevado al cierre del espacio cívico y a un deterioro de la libertad religiosa. 

G7 A ORTEGA: "CELEBRE ELECCIONES LIBRES Y JUSTAS"

“Condenamos el cierre de organizaciones de la sociedad civil y los ataques sistemáticos a instituciones y organizaciones religiosas, incluida la Iglesia católica y sus ministros, muchos de los cuales han sido arrestados y luego enviados al exilio, junto con cientos de actores políticos y miembros de la sociedad civil, y trasladados a despojarlos de su ciudadanía”. 

Para el grupo de potencias mundiales, Ortega y Murillo deben restablecer “la ciudadanía en virtud de los convenios internacionales”. En ese sentido, plantea la necesidad de celebrar elecciones libres.

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“Hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua para que celebre elecciones libres y justas, permitiendo a los miembros de la oposición ejercer sus derechos a la libertad de reunión y de expresión”, expresan.

El pronunciamiento del G7 coincide cuando desde el exilio, la oposición nicaragüense conmemora el sexto aniversario de las manifestaciones ciudadanas que desencadenaron en la demanda de la salida del poder de Daniel Ortega ante la que este respondió con la orden de silenciar las calles por medio de las armas.