Evangélicos de las Asambleas de Dios se pliegan a la dictadura de Nicaragua

Las Asambleas de Dios salen a defender al régimen Ortega-Murillo asegurando que en Nicaragua existe plena libertad religiosa, obvian el encarcelamiento, las confiscaciones, el cierre masivo de oenegés y las prohibiciones de cultos que ha alcanzado a los evangélicos

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Fotografía de archivo del reverendo Roberto Rojas Moya, secretario nacional de las Asambleas de Dios
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  • abril 17, 2024
  • 07:16 AM

La Confederación Evangélica Pentecostés de las Asambleas de Dios de Nicaragua (Cenepad) expresó abiertamente su apoyo al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en un comunicado en el que afirma que en Nicaragua existe plena libertad religiosa. 

“Queremos expresar públicamente que en Nicaragua existe plena libertad de culto, cada ciudadano es libre en el ejercicio de su fe, sin discriminación, en los templos se realizan las celebraciones de cultos, la predicación del Evangelio y actividades de índole religiosa”, dice parte del documento firmado por el reverendo Roberto Rojas Moya, secretario general de la Cenepad.

El posicionamiento de las Asambleas de Dios a favor del régimen de Nicaragua coincide en medio de una alerta ante una escalada de la represión a la libertad de culto en Nicaragua que, incluso, afecta a la iglesia evangélica con el encarcelamiento y condena de 13 miembros de la organización cristiana Puerta de La Montaña así como con la confiscación de todos los bienes de la organización religiosa valorados en al menos 5 millones de dólares. 

Sin referirse al caso de los misioneros evangélicos a los que el régimen juzgó y condenó en procesos secretos, las Asambleas de Dios sostienen que en Nicaragua impera un “clima de respeto y tolerancia” que permita a los ciudadanos “profesar su fe de acuerdo con sus creencias y convicciones personales”. 

Además, el liderazgo al que representa el reverendo Rojas Moya, dice dar fe del compromiso de las autoridades del país para “garantizar la libertad religiosa y el respeto a la diversidad de credos presentes en nuestro país”. 

La realidad en Nicaragua, según han documentado organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales e internacionales, es abismalmente distinta a lo que afirman las Asambleas de Dios. Entre los casos más recientes se cuenta la prohibición de miles de celebraciones católicas durante la Semana Santa, así como las detenciones, vigilancia, intimidación y espionaje policial de la que son víctimas religiosos y láicos.

ORTEGA HA PAGADO MAL A LOS EVANGÉLICOS

En lo que respecta a la congregación evangélica, durante la Semana Santa la Asociación de Iglesias Apostólicas Unidas fue forzada a cancelar la "Confraternidad Nacional" de todas las iglesias Apostólicas Unidas de Nicaragua por falta de autorización policial.

La organización Asambleas de Dios también obvia que hasta 2023 al menos 256 asociaciones ligadas a la Iglesia evangélica han sido cerradas en Nicaragua, como parte del cierre masivo de oenegés ejecutado por el régimen de Daniel Ortega desde 2018, según arrojó el informe “Cierre del espacio cívico” del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

El cierre masivo de organizaciones evangélicas, así como las negativas de permisos para cultos al aire libre, se ha ejecutado pese a que en más de una vez los  evangélicos han cerrado filas con Ortega, incluso en medio de la cruenta represión a las manifestaciones cívicas de 2018.

Esta vez, la defensa y manifestación de obediencia al régimen la han asumido Las Asambleas de Dios, incluso con un llamado a la población a promover la llamada “convivencia pacífica y el respeto mutuo entre todas las comunidades religiosas, fomentando la unidad en la diversidad y cultivando la fraternidad entre hermanos de distintas creencias”.

Las Asambleas de Dios, incluso, terminan su comunicación elevando oraciones para “que Dios guíe a nuestras autoridades conforme a la palabra de Dios y bendiga a nuestra nación”. 
 

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