Urnas Abiertas: “Las elecciones en el Caribe estuvieron marcadas por la cooptación del voto”

Los resultados de las elecciones regionales del Caribe de Nicaragua no fueron ninguna sorpresa. En esa región del país, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo adjudicó el 100% de las autoridades a su partido el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). 

Según la organización independiente Urnas Abiertas, “el proceso estuvo marcado por la cooptación del voto en su totalidad”. En estos comicios, el FSLN anunció la “victoria” del oficialismo con un total de 88.95% de los votos, adjudicándose de esta manera el 100% de todos los cargos disputados.

“Las novenas elecciones regionales se desarrollaron bajo un contexto no democrático y las arbitrariedades cometidas por la autoridad electoral permiten señalar que las elecciones carecen de legitimidad”, se lee en el informe presentado este lunes por Urnas Abiertas.

Durante el desarrollo de los comicios electorales se identificaron patrones similares a los de las elecciones generales y municipales de 2021 y 2022, respectivamente: falta de independencia de la autoridad electoral, uso abusivo de los recursos del Estado con fines proselitistas, violencia política y persecución judicial para anular la competencia electoral, coacción de votantes mediante violencia, amenazas y clientelismo.

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COOPTACIÓN DEL VOTO, LA MEDIDA QUE EL FSLN ADOPTÓ DESDE 2007

Para la organización especialista en procesos electorales, las irregularidades que evidenciaron en las elecciones regionales del Caribe fue principalmente la cooptación del voto que predominó en este ejercicio electoral. Además, se reforzó el amplio bagaje de medidas autoritarias y corruptas que el FSLN venía implementando desde 2007.

“En este sentido, las elecciones regionales terminaron de sedimentar políticas, leyes y prácticas represivas, puestas en funcionamiento durante el proceso electoral, que profundizaron la política institucional del régimen de controlar los recursos naturales de la región para su explotación minera, forestal o agrícola”, revela el documento.

En el seguimiento de los comicios regionales, Urnas Abiertas registró al menos 949 anomalías denunciadas por las redes ciudadanas durante el día de las elecciones, las principales fueron:

• Cooptación de partidos indígenas o cancelación de la personería jurídica de los partidos regionales, como fue el caso de YATAMA (Yapti Tasba Masrahka Nanih Asla Takanka/Hijos de la Madre Tierra).
• Cooptación intensificada de los votos por parte del FSLN mediante la estrategia generalizada de entrega de códigos para certificar votos a favor del oficialismo, sumado a las amenazas o presión a trabajadores del Estados y estudiantes universitarios para ir a votar.
• Compra de votos mediante dádivas y promesas de inclusión en los programas asistencialistas del Gobierno.
• Movilización masiva de votantes para engrosar los resultados, lo que incluyó a personas externas a las regiones autónomas, así como movilizaciones de votantes a lo interno de estas.
• Imposición de concejales.
• Inacción en la resolución del conflicto territorial y la complicidad en la invasión colonial de territorios ancestrales.

Todos esos hechos demuesran que el régimen usó las las elecciones para introducir a la Costa Caribe el modelo de control absoluto implementado.

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ELECCIONES REGIONALES SIN PARTIDOS INDÍGENAS EN LAS BOLETAS

Según el informe de Urnas Abiertas, las elecciones regionales de este 2024, marcaron un hito importante en la historia del Caribe de Nicaragua, ya que ningún partido indígena encabezó las boletas electorales.

“Estos comicios marcaron un hito al ser los primeros desde 1990 en los cuales ningún partido político costeño encabezó una casilla electoral y los que menor tiempo de preparación tuvieron”, denunció la organización.

Otra de las irregularidades que evidenció Urnas Abiertas es que el Consejo Supremo Electoral no proporcionó de manera oficial la cantidad de electores inscritos en el padrón electoral.

En octubre de 2023, el FSLN canceló el partido indígena Yatama. También, detuvo arbitrariamente a los líderes indígenas de este partido: Nancy Henríquez y Brooklyn Rivera, este último hasta el cierre de este reporte se encuentra en situación de desaparición forzada.

“Estas acciones evidenciaron la intención del FSLN de eliminar la competencia electoral y de obstaculizar por completo la participación y representación de las comunidades indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe en sus gobiernos regionales”, precisa el documento.

“Las denuncias documentadas en este informe permiten concluir que en regímenes totalitarios como el de Nicaragua, los fraudes electorales no dependen de la ausencia o existencia de leyes y reglamentos establecidos para el buen ejercicio electoral. Es decir, aunque normativamente existen los instrumentos necesarios que regulan los procesos electorales, el control absoluto del FSLN sobre toda la institucionalidad deja sin efectos dicha normativa”, concluye.