Rosario Murillo se burla del destierro de sus opositores: “Los tranquistas están donde deben estar”
Rosario Murillo continuó con su narrativa de “defender la paz”, justificando así la supresión de libertades civiles en Nicaragua.
- Managua, Nicaragua
- abril 11, 2024
- 02:42 PM
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Rosario Murillo, vocera del régimen de Nicaragua, continuó este jueves con su discurso de odio en el marco del sexto aniversario de la Rebelión de Abril de 2018, cuando miles de nicaragüenses salieron a las calles para demandar justicia, libertad y democracia. Hoy se burló del destierro impuesto contra centenares de opositores, les acusó de querer incendiar la ciudad de Granada y los calificó de “desalmados”.
En el marco de la crisis sociopolítica de Nicaragua, iniciada por la represión a las protestas de 2018 que dejaron más de 355 muertos, según organismos de derechos humanos, la dictadura ha desterrado a centenares de opositores, les ha despojado ilegalmente de su nacionalidad y confiscado sus bienes.
De eso se burla Rosario Murillo. “Nicaragua es de los nicaragüenses, no de los que no tienen patria, nunca de los que sirven a los imperios, nunca de los lacayos, nunca den los entrevistas, nunca”.
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“Los tranquistas, como debe ser, no están aquí. Están donde deben estar. Creo que arrepentidos habrá algunos porque los amos no los recibieron tan bien como ellos esperaban, incluso cuentan sus experiencias queriendo dar lástima. ¿A quién le van a dar lástimas semejantes forajidos? Esos no están aquí”, continuó.
ACUSA A OPOSITORES DE QUERER INCENDIAR GRANADA
Rosario Murillo, señalada por la ONU como responsable de crímenes de lesa humanidad y de dirigir la represión en esos meses, calificó como descendientes de William Walker a sus opositores y los acusó sin pruebas de querer “pegarle fuego a nuestra histórica Granada”.
“¡Cómo disfrutaban los pirómanos viendo arder los logros del pueblo, los patrimonios del pueblo, porque por supuesto que hay quienes llenos de odio buscan destrozar! Desalmados son, no tienen almas. Cómo disfrutaban transmitiendo las torturas y a la gente en llamas... pero bueno, eso está en las páginas de la historia como en las páginas de la historia quedó William Walker incendiando Granada”, dijo en su alocución a través de medios oficialistas.
La vocera continuó con su narrativa de “defender la paz”, justificando así la supresión de libertades civiles en Nicaragua, la instauración de una dictadura y la opresión sobre un pueblo constantemente amenazado para evitar un nuevo alzamiento popular.
“Cada día que pasa el país se desvía más de las libertades fundamentales, profundizando el sufrimiento del pueblo, alimentando el éxodo de los más jóvenes, y minando el futuro de las instituciones democráticas”, ha advertido la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.