Los pleitos orteguistas en las alcaldías develan otro zarpazo de Murillo: Fidel Moreno ahora es el "jefe de los alcaldes"
Moreno llegó "a poner el orden" a Rivas: destituyó al vicealcalde y despidió a al menos seis funcionarios de la comuna. Además, echó a dos poderosos dirigentes orteguistas. “Esto evidencia la bancarrota total del régimen municipal nicaragüense”, valora especialista.
- Managua, Nicaragua
- marzo 13, 2024
- 02:05 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
La lucha por el control de la Alcaldía de Rivas, que terminó en la purga de dos poderosos dirigentes departamentales del Frente Sandinista, un vicealcalde y funcionarios leales de su administración, confirmó la denuncia de “bajo decibeles” que facciones sandinistas no ortega-murillistas venían haciendo entre sus bases: Fidel Moreno es "el nuevo jefe de los alcaldes".
Desde que Daniel Ortega se tomó las 153 alcaldías con elecciones locales simuladas en noviembre de 2022 e impuso a quienes las administrarían solo bajo sus órdenes, se ha desatado una especie de “canibalismo” entre viejos dirigentes locales y otros emergentes leales de El Carmen, la residencia de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Managua. Algunos de los primeros, venían ejerciendo un poder que no hacia división entre el partido y las administraciones edilicias.
En varias localidades, el mismo secretario político o departamental del partido rojinegro, por ejemplo, era también el alcalde, cuyo cargo pudo ejercer desde ocho y hasta más años atrás, es decir, más de dos periodos edilicios continuos. En otros, el alcalde estaba bajo las órdenes del secretario político que al tener “una línea directa” con Ortega y Rosario Murillo, tomaba las decisiones importantes y le dejaba al alcalde solo ser el cuerpo que ocupaba la silla edilicia, ello, aunque haya llegado ahí como resultados de votaciones de sus partidarios.
LEA ADEMÁS: El Ministerio del Interior impone control a las actividades y espectáculos públicos en Nicaragua
“Desde hace un tiempo esto ha cambiado y para mal”, dice molesto una fuente del partido inconforme con las últimas decisiones que incluso, les ha costado el puesto a al menos seis alcaldes y un vicealcalde hasta enero de este año a los que han echado de su cargo, la mayoría sin haber cumplido ni un año. “Los compañeros replican el mismo modelo de Alcaldía de Managua y ahora hay ´fidelitos morenos´ en todas las municipalidades”, critica.
El partidario explica que Rosario Murillo se siente “complacida” con el trabajo de Fidel Moreno en la Alcaldía de Managua, quien cumple sus órdenes “sin pestañear” y es el que toma las decisiones por encima de la alcaldesa Reyna Rueda, quien va por su segundo periodo continuo en un cargo en el que solo se le ve haciendo acto de presencia en actos protocolarios sin importancia en la comuna más relevante del país.
El verdugo y “la bancarrota” municipalista del país
Rivas no está viviendo la peor crisis política, ni en la alcaldía, ni en la casa del partido sandinista. Ha tenido otras peores. Su anterior alcalde, Wilfredo López Hernández, un incondicional de Ortega que pasó 14 años mandando en esa comuna, fue amargamente destituido y tuvo que huir a Estados Unidos llevándose, según algunos de sus detractores, maletas de dinero y los señalamientos de traición.
Pero otros militantes, lo ven como una víctima más del oportunismo de líderes emergentes que ha incubado Rosario Murillo en el Frente Sabndinista como parte de la siembra de fidelidades para aumentar su poder en la cuota que le ha da su esposo, Ortega.
Pese a que el exalcalde fue separado de su cargo antes de su salida definitiva por supuestos actos de corrupción y fue retenido por el aparato ideológico opresor de Ortega y Murillo, lo dejaron ir y nunca se supo si se activó alguna investigación de la Contraloría General de la República (CGR) que comprobara “sus malos habidos” y llevarlo a un juicio para resarcir algún daño que hayan sufrido los contribuyentes rivenses.
El 19 de julio de 2022, el orteguismo nombró a una Secretaria General en esa alcaldía como lo ha venido haciendo en todas las comunas. Nunca nadie en el orteguismo, ha explicado para que sirve un cargo como ese si existe un gerente general, o un administrador general en otros casos. En Managua, la Secretaría General es un cargo politico ejercido por Fidel Moreno y que sirve para anular el poder de la autoridad electa en la toma de decisiones.
Incluso ese cargo, fue la razón del porqué el exalcalde de Managua, Alexis Argüello, vivió sus últimos días incómodo con Ortega y con Murillo. Su círculo más cercano que no admite el suicidio del tres veces campeón de boxeo ocurrido en julio de 2009, acusa a esa imposición, las razones de su muerte. Su hija, Dora Argüello, es una de las que sigue acusando a Ortega, Murillo y a Moreno de ser los responsables.
LEA ADEMÁS: Nicaragua atraviesa una ola de calor que generará temperaturas de hasta 39 grados
En el caso de Rivas, como Secreteria General fue nombrada Vilma Casanova Fuertes, ahora impuesta alcaldesa y quien en esta comuna, la señalan como protegida de Fidel Moreno. En realidad, Casanova Fuertes ejerció como alcaldesa desde el primer día que fue nombrada, mientras López Hernández ya se encontraba desaparecido. “Estos secretarios generales responden directamente a Moreno, así se asegura este nuevo control”, dice el militante rivense.
En este departamento “el canibalismo partidario” alcanzó uno de sus máximos grados la semana pasada con la purga al vicealcalde de Casanova Fuertes, Raymundo Membreño. Junto a él, Murillo ordenó echar al Secretario Departamental del partido Alejandro Vado y al delegado del presidente para Rivas y Granada, Isidro Rivera.
Las expulsiones las anunció en persona un Fidel Moreno que llegó a Rivas con funcionarios del Instituto de Fomento Municipal (Inifom) y flanqueado por jefes policiales con órdenes de llevarse a quien objetara las ordenes de Murillo, “la jefa de El Carmen”. “Todo eso tiene al partido patas arriba aquí en Rivas”, dice el militante.
“Esto evidencia la bancarrota total del régimen municipal nicaragüense”, comenta a DESPACHO 505, el municipalista Silvio Prado, miembro de la Red Nicaragüense por la Democracia y el Desarrollo Local al conocer del tema. “La conversión de Fidel Moreno en regente de alcaldes nombrados a dedo por el Frente Sandinista, es la degeneración absoluta de la administración municipal”, remata.
“Guerra prolongada” y extendida
Tras “las sacudidas” en la comuna de Rivas que significó también el despido del gerente general, de la directora de asesoría legal, de la jefa de Adquisiciones, de la encargada de Proyectos y del jefe de Emprendimiento y Comisión del Mercado Municipal, todos de confianza del vicealcalde Raymundo Membreño, los integrantes del partido dijeron que Moreno, envió también emisarios a las alcaldías de San Jorge y Cárdenas. “Están en la mira”, dice.
“Les hacen saber que hay supuestas anomalías en la ejecución y adjudicación de proyectos, que hay inconsistencias en el manejo de las cuentas, pero todo eso son solo coartadas, cuentos, eso hay en todas las comunas, el tema es a quién se les permite la corrupción y a quién no”, admite el partidario.
“La gestión municipal de los alcaldes impuestos por el orteguismo es altamente cuestionada, no hay un buen manejo de los recursos de los ciudadanos”, dice al respecto Olga Valle, directora del organismo de investigación y análisis Urnas Abiertas. La investigadora dice que eso muestran los hallazgos de monitoreos que han hecho a los alcaldes del régimen y además confirman que las pugnas partidaria lesionan seriamente la autonomía en las localidades. “Tenemos alcaldes sin poder de decisiones”, acusa.
Mientras en Rivas los partidarios de un bando y otro cruzan acusaciones de quien le saca mejor partido a la influencia para enriquecerse, los ciudadanos amanecen sin entender “el descalabro” de su alcaldía. “Aquí alguien debería explicar quien es corrupto y quien no”, demanda don Alberto Chacón, un vendedor ambulante de esta ciudad.
Informantes de la alcaldía confiaron este martes a DESPACHO 505 que la misma facción leal a la alcaldesa Casanova Fuertes, entregó pruebas a agentes de la policía económica que llevó Moreno en la que probaban que los defenestrados se estaban beneficiando de adjudicaciones y recibiendo coimas devenidas en la ejecución de proyectos.
“La gente que salió, arrasaron con unos fondos para un proyecto de la universidad estatal de aquí”, confió para este reporte un informante de la alcaldía que guardó detalles para no ser fácilmente identificado en el caso. “Creían que podían atacar impunemente a la alcaldesa, actuaban de forma misógina, se le imponían, hasta que el compañero Moreno puso el orden”, dijo. “Van con las alcaldías de San Jorge y Cárdenas porque (Isidro) Rivera y (Alejandro) Vado también tomaban decisiones allá”, agregó.
Murillo no confía en sus alcaldes
Las purgas en las estructuras del partido, en el Ejército, los mandos policiales y las más recientes en el Poder Judicial evidencian que Ortega y Murillo duermen con “un ojo abierto y el otro cerrado” porque desconfía hasta del aire que ambos respiran en su residencia de Managua.
LEA ADEMÁS: Costa Rica dice que no puede detener la extradición de opositores nicaragüenses que no cuentan con refugio
Aunque se esfuerzan por ocultar las fisuras que padece su regimen, la desconfianza también ha llegado a las comunas, las que viven en crisis constantes desde que Ortega y Murillo decidieron tomárselas, reclamar el control absoluto de sus decisiones y exigieron fidelidad total a los ediles, aunque existen leyes que establecen claramente la separación entre el poder local y el central.
Para Prado, queda claro que el régimen no confía en sus alcaldes. “Es que ellos (Ortega y Murillo) solo confían en sus leales, pero como la lealtad es subjetiva, cada vez dura menos ante el voluntarismo de Ortega y de Murillo”, señala.
El especialista cree que “el canibalismo” que sufre el orteguismo continuará, porque las lealtades en la estructra política del FSLN están en crisis. “Es imposible que una organización se mantenga sin criterios, reglamentos, ni estructuras sólidas, solamente con arreglos a las pruebas de lealtad infinita a una persona o dos. Eso no funciona ni en las sectas, ni en las Iglesias”, aseguró.