Juan Sebastián Chamorro en España: "Las sanciones individuales funcionan, tienen efectos y hay que seguirlas ampliando"

Juan Sebastián Chamorro aterrizó esta semana en Madrid. Su visita es parte de los esfuerzos que impulsa la oposición a la dictadura de Daniel Ortega para que la crisis de Nicaragua no sea relegada de la agenda europea, en medio de la convulsa escena global y, también, un paso más en el proceso de articulación de la plataforma Monteverde.

"Hay que combatir que Nicaragua se olvide y que pase a un plano inferior, estoy en un trabajo de incidencia política para que, dentro de todo lo que está pasando en el mundo y de las distintos conflictos, se mantenga la alerta mundial sobre lo que está pasando en Nicaragua", dice Chamorro a DESPACHO 505 sobre los encuentros que sostuvo con el expresidente José María Aznar y representantes de diferentes formaciones políticas españolas.

Chamorro es uno de los rostros más visibles de la oposición nicaragüense, purgó cárcel por más de 20 meses, hasta ser desterrado a Estados Unidos el pasado 9 febrero junto a otros 221 prisioneros políticos. Sin embargo, además de su propia experiencia como víctima de las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Nicaragua, trajo a la capital española una copia de los acuerdos que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia firmó en marzo de 2019 con los personeros de la dictadura, el último esfuerzo de diálogo. Un fracaso. No podía ser otra la historia, comenta. En realidad, nunca hubo una intensión genuina de Ortega de cumplir todos los puntos incluidos en aquel acuerdo que no eran más que una ruta para recuperar el cauce democrático.

EL PEOR RÉGIMEN TOTALITARIO

El documento contenía garantías para el retorno seguro de los exiliados, así como para la reapertura de los medios de comunicación, el cese de la violencia, el respeto a la libre movilización y uso de la bandera nacional, el respeto a la autonomía universitaria y "hasta la autonomía de la Costa Caribe está incluido en ese acuerdo y no cumplieron absolutamente nada", menciona Chamorro como muestra de la falta de voluntad del orteguismo.

Es apenas un ejemplo, se suma el deterioro sistemático de los derechos humanos que sigue siendo documentado, menciona al explicar la importancia de recordar a los actores claves de la política internacional que Nicaragua lastra una crisis de más de cinco años sobre la que no se debe quitar la mirada, incluso, muy vinculada a los grandes conflictos que se libran en la Franja de Gaza y Ucrania.

"Ortega recibió al presidente de Irán (Ebrahim Raisi) en junio en Managua y es aliado de (Vladimir) Putin, él solito se ha metido en estos conflictos por su obsesión de atacar a los países europeos y a Estados Unidos, para nosotros es muy importante que Europa escuche a la oposición nicaragüense y recordarle la decisión de Ortega de estar de aliado con esta con esta gente y que es lo peor que hay en el mundo de los regímenes totalitarios", explica.

Todo ello, insiste, merece ser recordado, y hacerles ver que la dictadura que Ortega y su mujer, la sancionada Rosario Murillo, afianzan en Nicaragua desde 2018 se ha convertido en uno de los regímenes "más violadores de los derechos humanos que existen en el mundo".

EUROPA PUEDE AMPLIAR LAS SANCIONES INDIVIDUALES

Chamorro considera que Europa todavía tiene mucho margen de maniobra para presionar al régimen de Ortega y Murillo por medio de sanciones individuales, pues apenas ha designado a 21 responsables del estado de terror.

"Le estamos diciendo a las personas con las que nos hemos reunido que las sanciones individuales funcionan, tienen efectos y hay que seguirlas ampliando". Chamorro insiste en que se debe asfixiar a los "criminales de lesa humanidad, a la gente corrupta y los que han cometido crímenes", y evitar restricciones que afecten programas de apoyo a poblaciones vulnerables.

Opina que el caso de Venezuela, con las reservas que se deben mantener sobre el cumplimiento o no de los acuerdos que han llevado a Estados Unidos a suspender temporalmente las sanciones sobre el petróleo, gas y el oro, demuestra que las sanciones sí tienen un efecto "para generar espacios, independientemente de la naturaleza del acuerdo e independientemente de que algunos opinen de las sanciones no sirven: aquí estamos viendo que sí hay algún efecto político", analiza enfatizando que no se deben perder de vistas las particularidades de cada país.

El exreo político reafirma que el escenario nicaragüense es proceso largo y complejo. Que la resolución de la crisis debe abordarse con seriedad y verdad, pues no hay en este momento ningún espacio abierto para negociar, porque está demostrado que la dictadura no es fiable. No obstante, aclara, nada está escrito y no significa que en cualquier momento no pueda cambiar el panorama.

Juan Sebastián Chamorro estuvo hasta la mañana de este domingo en España, en la víspera sostuvo un encuentro con el exilio nicaragüense bajo el paraguas de Monteverde al que también estaban citados Norman Caldera, Santiago Urbina y Hector Mairena. Monteverde, explicó, pasa por un proceso de robustecimiento tras los impases del fraccionamiento que han ido superando.