Luis Guillermo Solís: “Hay que considerar sacar a Nicaragua de los acuerdos comerciales” para presionar a la dictadura “oprobiosa y sanguinaria” 

Daniel Ortega y Rosario Murillo no escuchan el clamor de la comunidad internacional que pide el cese de la represión y el retorno de las libertades civiles y políticas en Nicaragua. Eso lo tiene claro el expresidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien propone aumentar la presión sobre lo que considera una dictadura “oprobiosa y sanguinaria”.  

En entrevista con DESPACHO 505 desde Madrid, España, donde se encuentra participando del Festival Centroamérica Cuenta, el exmandatario propone considerar la expulsión de Nicaragua de acuerdos comerciales claves como el DR-Cafta, aumentar las sanciones y no dejar de denunciar la situación del país en foros internacionales.  

“Hay que considerar la posibilidad de sacar a Nicaragua de los acuerdos comerciales, que es un tema delicado porque afecta al Tratado de Libre Comercio de Centroamérica con Estados Unidos y, eventualmente, buscar formas de aislamiento internacional”, explica el expresidente de Costa Rica (2014-2018). 

En ese sentido, explicó, la comunidad internacional debe encontrar nuevas formas de presionar a la dictadura que se consolida con alianzas con países como Rusia, Irán, Cuba o Venezuela.  

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“Desafortunadamente el régimen tiene todavía apoyos que con alguna malvada y perversa inteligencia ha concitado, como por ejemplo el apoyo de Rusia, Cuba, Venezuela e Irán. Me parece que eso complica un poco las cosas porque le abre una ventana de oportunidad para escaparse de las presiones internacionales”, advierte.  

La situación del país que sufre cada día la represión, la falta de libertades, estado de derecho, democracia y oportunidades amerita una respuesta más contundente.  

“Todo el conjunto de la comunidad internacional, incluido regímenes que se dicen amigos de Nicaragua y que entienden, según ellos, las decisiones que el régimen adopta, nos encontramos perplejos ante la arremetida cotidiana de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la oposición y contra las fuerzas que no estando en la oposición parecieran irritar al régimen simplemente por el hecho de estar en Nicaragua defendiendo tesis de vida cotidiana como pueden ser las organizaciones religiosas”, comenta Solís.  

PROTECCIÓN A LOS MIGRANTES Y EXILIADOS EN COSTA RICA 

Recientemente, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU advirtió que la persecución política del régimen está trascendiendo fronteras y uno de esos países adonde está llegando es Costa Rica.  

Por eso, dice el expresidente, el Gobierno de Rodrigo Chaves debe continuar seguir acogiendo “con los brazos abiertos” al exilio nicaragüense y garantizar la seguridad, derechos y protección de bienes a los más de 600 mil que ya vive en el país.  

“Me parece que Costa Rica ha ofrecido a Nicaragua una mano tendida a lo largo de muchas décadas y eso no debe cambiar. Hasta el momento, afortunadamente no ha habido manifestaciones de violencia en contra de nicaragüenses ni del exilio, ni de la comunidad expatriada en Costa Rica, pero es bueno tener presente que la xenofobia en cualquier momento puede adquirir perfiles muy negativos y hay que hacer todo lo necesario para impedirlo”, concluyó.