Las consecuencias de la peligrosa amistad de Nicaragua con Corea del Norte

Los regímenes de Nicaragua y Corea del Norte acordaron recientemente abrir embajadas permanentes en Managua y en Pionyang para fortalecer sus relaciones diplomáticas y comerciales.

Sin embargo, los expertos, que ven más contras que pros, creen que la decisión refleja el aislamiento en el que se encuentra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, algo que quedó en evidencia en la pasada cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) donde ni Cuba ni Venezuela acompañaron a la dictadura de Nicaragua en su apoyo a Rusia por la guerra contra Ucrania.

Murillo el pasado 20 de julio informó que ya entregaron el plácet para el nombramiento de un embajador de Nicaragua en Corea del Norte cuyo nombre no reveló.

“Vamos a, en reciprocidad, trabajar juntos para desde esas representaciones, políticas, sociales, culturales, diplomáticas, fortalecer nuestras relaciones que son de décadas”, declaró Murillo.

El dictador Kim Jong Un, fue uno de los pocos que mandó mensaje a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo el pasado 19 de julio por el 44 aniversario de la Revolución sandinista. En el escrito manifestó su “deseo de mayores éxitos en sus labores para alcanzar el progreso y la prosperidad defendiendo la soberanía del país”.

Arturo McFields, exembajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA), expone que la relación con Corea del Norte es negativa y peligrosa para Nicaragua.

McFields considera que la dictadura, luego de tomar el poder nuevamente en el 2007, restableció relaciones con Corea del Norte, las cuales mantenía a bajo nivel al tener un embajador concurrente.

En el hemisferio americano, pocos países mantienen relaciones con Corea del Norte. Solo Cuba, Venezuela, México y Brasil.

“Nicaragua corre el riesgo de ser anexada a la lista de países que promueven o auspician el terrorismo al fortalecer la relación con Siria, Irán y con Corea del Norte”, advierte el exembajador, quien anota que Ortega se continúa aliando con países del “eje del mal”.

“(Ortega) está acumulando millas (para entrar a la lista) y eso va a pasar factura, más pobreza para el país, porque es fácil entrar en esa lista, pero lo difícil es salirse de ella”, alerta McFields.

LEA TAMBIÉN: Suspenden el desembolso de US$116 millones de los «fondos verdes» a la dictadura de Nicaragua

También opina que en términos económicos esta relación es “estéril” ya que no habrá ningún tipo de aporte hacia Nicaragua.

 SEGURIDAD EN LA REGIÓN

Por su parte la activista política y defensora de derechos humanos Alexa Zamora, señala que la apertura de una embajada permanente de Corea del Norte en Nicaragua y el establecimiento de un embajador permanente en ese país pone en evidencia el tipo de política exterior de Nicaragua.

Es decir que Nicaragua establece lazos y fortalecer relaciones con países autoritarios. En el caso de Corea del Norte, se vive una dictadura dinástica que ha sido denunciada por violaciones a los derechos humanos.

“Lo más preocupante y que puede llevar a un potencial riesgo en términos de seguridad para la región es la política armamentista y la amenaza de armas nucleares que ha hecho Corea del Norte. Si a esto lo contactamos con el acercamiento y los acuerdos de intercambio militar con Rusia creo que es sumamente alarmante”, detalla la defensora de derechos humanos.

LEA TAMBIÉN: Avilés dice que el Ejército de Nicaragua derrotó la «agresión impuesta» por EE.UU. en los 80

Mientras que el abogado, miembro del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Juan Diego Barberena, explica que la decisión refleja el aislamiento del régimen de los Ortega-Murillo, pues tiene que abrir sedes diplomáticas en países que están igual: aislados y señalados de violaciones a los derechos humanos.

“También responde a una táctica de la dictadura de tener un paso firme en el marco de la seguridad de la región teniendo relaciones con Rusia, Irán, China y con Corea del Norte y en ese caso, establecer una embajada evidentemente, es un llamado a los Estados Unidos y persigue un objetivo negociador de Ortega en un momento determinado”, expone el abogado opositor.

EL REGALO DE ORTEGA

La “amistad” de Ortega con la dictadura dinástica de Corea del Norte es de vieja data. El 8 de septiembre del 2020, Murillo recordó la visita que realizaron en el 1986 a esa nación y hasta presentaron en la televisión estatal “imágenes históricas, emblemáticas, cargadas precisamente de sentido de luchas y victorias de nuestros pueblos”.

El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), en un reciente artículo recordó que, en la Exposición Internacional de la Amistad de Corea del Norte, al norte de Pyongyang, se encuentra un regalo que Ortega le mandó a comienzo de la década de los años 80 a su “camarada” Kim Il Sung: un cocodrilo embalsamado con una bandeja con copas.

Según el artículo este obsequio se ha convertido “en un símbolo de la relación entre el Partido de los Trabajadores de Corea y los sandinistas”.

“Con la reelección del exlíder sandinista Daniel Ortega como presidente de Nicaragua en 2021, esta amistad parece destinada a mantenerse en el futuro cercano”, detalla la nota.