El Frente Sandinista celebra el 44 aniversario de su revolución instaurando en Nicaragua un sistema de partido único de facto
El FSLN, encabezado por el dictador, Daniel Ortega, rememora la caída de la dictadura de Somoza, marcada por el encarcelamiento de monseñor Álvarez, a quien los Ortega Murillo acusan por "traición a la patria".
- julio 19, 2023
- 03:34 AM
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El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) celebra hoy el 44 aniversario de la Revolución que derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle y que hoy está convertido en una nueva dictadura que ha asesinado, obligado al exilio y que mantiene a monseñor Rolando Álvarez en prisión por "traición a la patria". El FSLN, con Ortega a la cabeza, ha instaurado un régimen de partido único de facto como en Corea del Sur y Cuba.
El FSLN se alista para festejar su gran fiesta anual, la del 19 de julio, tras un fin de semana de caminatas y caravanas de motorizados afines al partido o trabajadores del estado que son obligados a asistir para poder conservar sus trabajos.
La celebración con la que los sandinistas rememoran la caída de la dictadura de Somoza estará marcada por el encarcelamiento de monseñor Álvarez, a quien los Ortega Murillo querían fuera de Nicaragua previo a la celebración, y por el que los católicos han iniciado una cruzada mundial de oración para que sea liberado sin condiciones.
Los intentos para que saliera del país se intensificaron después de que el presidente brasileño, Lula Da Silva, calificara el encarcelamiento de Álvarez como "un error" de Ortega.
El mandatario brasileño hizo esas declaraciones en Roma el pasado 22 de junio, tras reunirse con el Papa Francisco, donde anunció que intentaría convencer al dictador para que libere a monseñor Álvarez.
LA SOMBRA DEL OBISPO ROLANDO ÁLVAREZ
A inicios de mes, Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue excarcelado por unas horas por la policía orteguista, y luego fue devuelto a la cárcel tras negarse a abandonar el país, según informaron a EFE fuentes diplomáticas.
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes negó sin embargo ese día que Álvarez hubiera abandonado el Sistema Penitenciario Nacional, la prisión de máxima seguridad de Nicaragua conocida como "La Modelo".
Según la versión diplomática, la dictadura exigía a Álvarez que saliera de Nicaragua, como había hecho ya el pasado 9 de febrero. Ese día fue enviado a "La Modelo" tras negarse a subir a un avión que lo iba a llevar, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, a Estados Unidos.
La negativa del obispo provocó la indignación de Ortega, que lo calificó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno". Un día después fue sentenciado a más de 26 años de prisión, despojado de su nacionalidad, y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida.
El Papa Francisco tildó de "dictadura grosera" a los Ortega Murillo, un mes después de esa condena, en una entrevista con Infobae, señalando "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano.
ATAQUE DE FUNES Y JORNADA DE ORACIÓN
El fin de semana pasado, el expresidente salvadoreño Mauricio Funes (2009-2014), quien fue condenado en su país a 14 años de prisión por los delitos cometidos en el marco de una tregua entre las pandillas durante su Gobierno, divulgó un video en YouTube en el que afirmó que Álvarez fue sentenciado por "apología del delito".
Funes, a quien la dictadura de Ortega le otorgó la nacionalidad nicaragüense, donde reside actualmente, acusó a Álvarez de estar "comprometido y coludido con los intereses de la oposición de derecha" y de haber utilizado "todo el aparato mediático que tenía bajo su responsabilidad para difundir mensajes de odio y de confrontación permanente al Gobierno (...). Era una clara apología del delito".
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Sus declaraciones fueron divulgadas el mismo fin de semana en que los católicos iniciaron una jornada de oración por la liberación de Álvarez, de 56 años, que coincide con la semana del aniversario de la revolución popular.
Las relaciones de la dictadura y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
Como todos los años, se espera que la "fiesta sandinista" gire en torno al discurso de Ortega, quien antes de retornar al poder en 2007 gobernó Nicaragua, primero como coordinador de una Junta de Gobierno (1979-1985), y posteriormente como gobernante electo (1985-1990).